Tras el viaje, el regreso a casa. Luego de una aventura de 4 álbumes recorriendo el folclore de Latinoamérica, Natalia Lafourcade vuelve al terreno de lo personal para cosechar De Todas las Flores, su primer álbum completamente inédito en 7 años.
“Me entretuve mucho visitando un montón de géneros y compositores bellísimos”, cuenta Natalia. “Pero luego sentí una llamada interna. En medio de la pandemia, me di cuenta de que me estaba escondiendo, lo que me hizo reflexionar y entender que tenía que romper el hielo y volver al estudio de grabación”.
El llamado pronto se convirtió en la canción que da título al álbum y que detonó la creación del resto de tracks, lo que implicó un viaje interior de 3 años de composición. En este tiempo, desde su casa en Veracruz, Natalia fue madurando las 12 canciones del disco.
La vida y la muerte, el amor y el desamor, como los grandes ejes que rigen al mundo, son protagónicos en este álbum hecho por Natalia desde la celebración de la naturaleza, la aceptación, la inclusión, la feminidad, lo ancestral, el misticismo y la sanación.
“Creo que por eso “Mi manera de querer” tenía que ser el sencillo de salida”, cuenta la multiinstrumentista. “Es una canción que habla del amor sin género. El amor sabiendo que la otra persona que miras es un ser de luz igual que uno mismo. Fue la última canción del disco y siento que guarda el espíritu de alegría que se percibe al final del viaje, en donde existe una conexión muy fuerte con la aceptación de lo que uno es y lo que uno puede entregar”.
Como conocimos mediante los episodios de De Todas las Flores, El pódcast (exclusivo de Spotify), el disco fue producido por el aclamado artista franco mexicano Adan Jodorowsky, hijo del icónico director cinematográfico quien trabajó con John Lennon y George Harrison, Alejandro Jodorowsky. Como productor musical, Adan ha sido el encargado de los últimos lanzamientos de artistas como Bandalos Chinos, Mon Laferte, León Larregui, entre otros; además, como cantante, dio vida a colaboraciones con Natalia como “Morir y renacer” de Mujer Divina – Homenaje a Agustín Lara (2013).
Junto a Adan, Natalia reunió a una banda completamente nueva con músicos de una amplia variedad de culturas y perspectivas: el ícono de la guitarra Marc Ribot, el niño prodigio del piano de tan solo 20 años de edad Emiliano Dorantes, el bajista Sebastian Steinberg (Fiona Apple, Soul Coughing) y el baterista francés Cyril Atef. Un equipo de prodigios que, sin ensayos previos ni metrónomo, consiguieron registrar un álbum donde la música es capturada con una energía viva y cruda.
De Todas Las Flores se grabó en dos partes directamente en cinta. La primera se hizo en Texas en el estudio de Sonic Ranch y la otra parte en Veracruz en el estudio El Acuyo. Para su mezcla Natalia fue un mes a París, a principios del año. “El lugar que me cobijó durante mi viaje fue Montmartre, mi barrio parisino favorito. Fue el cierre ideal a la intensidad de escribir canciones tan personales. Poder desayunar un croissant en el parque y ver caer la lluvia, visitar el jardín de Monet en Giverny, sus pinturas sirvieron de inspiración durante la realización del álbum. Toda la experiencia se sintió como si me estuviera dando un abrazo, cerrando el círculo de manera hermosa y personal”.
De Todas las Flores, es el deslumbrante y sofisticado resultado de un trabajo hecho desde el cuidado, el amor y la consciencia. “Lo escribí para hacerme sentir y poder hacer sentir a los demás. Para emocionarme y poder emocionar a los demás. Para inspirarme y poder inspirar a los demás. Para conectar conmigo misma y entonces conectar con otras personas. Para explorar universos artísticos que nunca había explorado. Lo que no se comparte se marchita. Es el ciclo de la vida”, concluyó.
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