¿Qué se le viene a la mente cuando piensa en dulce? Probablemente sean postres o inclusive una fruta pero, ¿alguna vez ha escuchado a alguien decir la expresión “que persona tan dulce”?
Las personas dulces son llamadas así gracias a la amabilidad y dulzura que muestran en su actitud. Pero, ¿qué es realmente una persona dulce?
La nutricionista Raquel Tejada, comentó: “este tipo de personas suelen tener una sonrisa contagiosa, están llenas de energía y son sensibles con su entorno. Estas se caracterizan por estar siempre atentas y sonrientes, además de dispuestas a ayudar a los demás cuando lo necesiten”.
Dentro de las principales interrogantes que rodean a las personas dulces es, si es existe una relación entre su carácter o personalidad y la alimentación que llevan, es decir, si se les puede categorizar de esa manera gracias al consumo de azúcar.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de North Dakota y la Universidad de Gettysburg las personas que tienen una preferencia por comer alimentos dulces, que van desde frutas hasta pequeñas golosinas, tienden a tener una disposición más dulce y son más propensos a ayudar a personas necesitadas, en comparación con aquellos que optan por los alimentos salados, amargos o ácidos.
Se encontró, también, que las personas que gustan de lo dulce, tienden a ser percibidas como más agradables o útiles.
“La serotonina es una sustancia química necesaria para el funcionamiento saludable de las células del cerebro, la cual regula elementos como el sueño, el humor, la ingesta de comida y hasta la tolerancia al dolor” señaló la especialista. “Cuando hay niveles bajos de serotonina, se puede producir insomnio, depresión, apetito descontrolado y agresividad en algunos casos”.
Tejada agregó que los alimentos que contienen azúcar hacen que la energía aumente, por lo que mantener un nivel adecuado en la sangre ayuda a estabilizar el estado de ánimo y a evitar la irritabilidad que puede resultar del choque del azúcar.
Además, se ha demostrado que los niveles cerebrales de serotonina están directamente relacionados con la dieta. “Con el consumo de alimentos adecuados y a la hora correcta, se puede lograr una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y alta capacidad de concentración”, finalizó la nutricionista.
Cabe destacar que la calificación de persona dulce a las personas que consumen alimentos azucarados es exclusiva de este sabor, ya que no se encontró relación alguna entre los otros tres sabores básicos (amargo, ácido, salado) y algún rasgo de personalidad.
Se debe recordar que el azúcar pertenece a la familia de los carbohidratos, por lo que su consumo debe ser moderado y acompañado de actividad física de manera regular.
Las personas dulces son llamadas así gracias a la amabilidad y dulzura que muestran en su actitud. Pero, ¿qué es realmente una persona dulce?
La nutricionista Raquel Tejada, comentó: “este tipo de personas suelen tener una sonrisa contagiosa, están llenas de energía y son sensibles con su entorno. Estas se caracterizan por estar siempre atentas y sonrientes, además de dispuestas a ayudar a los demás cuando lo necesiten”.
Dentro de las principales interrogantes que rodean a las personas dulces es, si es existe una relación entre su carácter o personalidad y la alimentación que llevan, es decir, si se les puede categorizar de esa manera gracias al consumo de azúcar.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de North Dakota y la Universidad de Gettysburg las personas que tienen una preferencia por comer alimentos dulces, que van desde frutas hasta pequeñas golosinas, tienden a tener una disposición más dulce y son más propensos a ayudar a personas necesitadas, en comparación con aquellos que optan por los alimentos salados, amargos o ácidos.
Se encontró, también, que las personas que gustan de lo dulce, tienden a ser percibidas como más agradables o útiles.
¿Por qué lo dulce?
Al parecer, no solo corresponde a una metáfora. Al consumir azúcar, la hormona serotonina que segrega el cuerpo aumenta, lo que se traduce en un mejor estado de ánimo.“La serotonina es una sustancia química necesaria para el funcionamiento saludable de las células del cerebro, la cual regula elementos como el sueño, el humor, la ingesta de comida y hasta la tolerancia al dolor” señaló la especialista. “Cuando hay niveles bajos de serotonina, se puede producir insomnio, depresión, apetito descontrolado y agresividad en algunos casos”.
Tejada agregó que los alimentos que contienen azúcar hacen que la energía aumente, por lo que mantener un nivel adecuado en la sangre ayuda a estabilizar el estado de ánimo y a evitar la irritabilidad que puede resultar del choque del azúcar.
Además, se ha demostrado que los niveles cerebrales de serotonina están directamente relacionados con la dieta. “Con el consumo de alimentos adecuados y a la hora correcta, se puede lograr una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y alta capacidad de concentración”, finalizó la nutricionista.
Cabe destacar que la calificación de persona dulce a las personas que consumen alimentos azucarados es exclusiva de este sabor, ya que no se encontró relación alguna entre los otros tres sabores básicos (amargo, ácido, salado) y algún rasgo de personalidad.
Se debe recordar que el azúcar pertenece a la familia de los carbohidratos, por lo que su consumo debe ser moderado y acompañado de actividad física de manera regular.