Por Andre Felippa, VP Marketing y Producto de ALCATEL ONETOUCH Latam
Los diversos lanzamientos de tecnologías vestibles dejan claro que 2015 será el año de esta categoría, sobre todo, de los relojes inteligentes. Y es que hasta hace un par de meses, hablar de smartwatches era cosa de geeks, de tipos raros fanáticos de la tecnología. Sin embargo, hoy vivimos el proceso de masificación de este segmento.
Los jóvenes entre 20 y 30 años, urbanos y trabajadores, ya han empezado a adoptar estos dispositivos que les facilitan sus atareadas jornadas y los ayudan a priorizan y reorganizan el tiempo que dedican a las notificaciones en un ecosistema hiperconectado.
Y es que bajo el mismo aspecto y la misma sensación de un reloj tradicional, un smartwatch conectado a un smartphone permite revisar notificaciones de llamadas, mensajes y actualizaciones de medios sociales, además de que vibra si uno se aleja demasiado del teléfono. Incluso, la pantalla del smartwatch sirve de control remoto multimedia del smartphone para controlar la música, tomar fotos desde el teléfono a distancia o hacer que el teléfono suene para localizarlo.
Un atractivo aporte han sido las funciones como monitoreo de actividad y de salud del usuario que a través de diversos sensores integrados realizan mediciones del ritmo cardiaco, del ciclo de sueño, la distancia recorrida, los pasos caminados y las calorías quemadas.
Sin duda, veremos surgir nuevas funciones, pero en la medida que madure la tecnología de los smartwatches, se irán eliminando las menos útiles y cobrarán relevancia aquellas que son más interesantes para el usuario. Con el tiempo, este filtro natural, llevará a la disminución en el precio de los equipos y a su mayor masificación. Pese a esto, ya es posible encontrar interesantes modelos por menos de 150 dólares que incluyen todas estas funciones y además se comunican con distintos sistemas operativos de smartphones, dándoles más flexibilidad.
Un mayor estilo y la comodidad también son dos factores que potenciarán a los relojes inteligentes durante 2015. A solo un año de debutar en el mercado, algunos de los smartwatches actuales ya tienen la mitad de peso y grosor que sus antecesores. Además, su diseño es más ergonómico, fino y parecido al reloj tradicional, lo que favorece su uso diario.
También se ha avanzado mucho en el estilo de los smartwatches, acercándolos a la preferencia de las personas a través de variedad de colores, materiales y acabados, como por ejemplo el uso de resina, cromo y acero inoxidable. Hoy encontramos diseños redondos, rectangulares, con bandas de diversos colores, fabricados en distintos materiales, etc. Sin duda, una variada propuesta creada para que las personas busquen el modelo que se adapta a su estilo y lo incorporen a su vida.
Incluso, a futuro, veremos cómo los relojes inteligentes se convertirán en un accesorio de moda, acorde con el estilo tanto de hombres como de mujeres, quienes encontrarán una serie de funciones interesantes en un equipo que por esencia deberá ser simple, amigable y fácil de usar.
Los diversos lanzamientos de tecnologías vestibles dejan claro que 2015 será el año de esta categoría, sobre todo, de los relojes inteligentes. Y es que hasta hace un par de meses, hablar de smartwatches era cosa de geeks, de tipos raros fanáticos de la tecnología. Sin embargo, hoy vivimos el proceso de masificación de este segmento.
Los jóvenes entre 20 y 30 años, urbanos y trabajadores, ya han empezado a adoptar estos dispositivos que les facilitan sus atareadas jornadas y los ayudan a priorizan y reorganizan el tiempo que dedican a las notificaciones en un ecosistema hiperconectado.
Y es que bajo el mismo aspecto y la misma sensación de un reloj tradicional, un smartwatch conectado a un smartphone permite revisar notificaciones de llamadas, mensajes y actualizaciones de medios sociales, además de que vibra si uno se aleja demasiado del teléfono. Incluso, la pantalla del smartwatch sirve de control remoto multimedia del smartphone para controlar la música, tomar fotos desde el teléfono a distancia o hacer que el teléfono suene para localizarlo.
Un atractivo aporte han sido las funciones como monitoreo de actividad y de salud del usuario que a través de diversos sensores integrados realizan mediciones del ritmo cardiaco, del ciclo de sueño, la distancia recorrida, los pasos caminados y las calorías quemadas.
Sin duda, veremos surgir nuevas funciones, pero en la medida que madure la tecnología de los smartwatches, se irán eliminando las menos útiles y cobrarán relevancia aquellas que son más interesantes para el usuario. Con el tiempo, este filtro natural, llevará a la disminución en el precio de los equipos y a su mayor masificación. Pese a esto, ya es posible encontrar interesantes modelos por menos de 150 dólares que incluyen todas estas funciones y además se comunican con distintos sistemas operativos de smartphones, dándoles más flexibilidad.
Un mayor estilo y la comodidad también son dos factores que potenciarán a los relojes inteligentes durante 2015. A solo un año de debutar en el mercado, algunos de los smartwatches actuales ya tienen la mitad de peso y grosor que sus antecesores. Además, su diseño es más ergonómico, fino y parecido al reloj tradicional, lo que favorece su uso diario.
También se ha avanzado mucho en el estilo de los smartwatches, acercándolos a la preferencia de las personas a través de variedad de colores, materiales y acabados, como por ejemplo el uso de resina, cromo y acero inoxidable. Hoy encontramos diseños redondos, rectangulares, con bandas de diversos colores, fabricados en distintos materiales, etc. Sin duda, una variada propuesta creada para que las personas busquen el modelo que se adapta a su estilo y lo incorporen a su vida.
Incluso, a futuro, veremos cómo los relojes inteligentes se convertirán en un accesorio de moda, acorde con el estilo tanto de hombres como de mujeres, quienes encontrarán una serie de funciones interesantes en un equipo que por esencia deberá ser simple, amigable y fácil de usar.