El poder de la música es increíble, capaz de revivir los sentimientos y las experiencias más significativas de las personas. Las canciones permiten expresar aquello que millones han querido contar y es a través de las letras, como los compositores narran lo que muchos de nosotros hemos vivido, sentido y querido gritar al mundo. Para Samo, la música es una manera muy especial de visitar el pasado, de recordar momentos específicos de la vida con cada canción y la motivación para producir su nuevo álbum: Me quito el sombrero.
Me quito el sombrero es una grabación completamente en vivo, en la que Samo hace homenaje a específicos autores o intérpretes que, con sus canciones, marcaron diferentes etapas de su vida. Un material que, sin duda, cautivará a quien lo escuche no sólo por su bella voz y maravillosa forma de cantar, sino por los arreglos musicales y el recuerdo al que los temas evocan. El cantautor se aventuró en el reto de elegir, entre cientos de canciones, aquellas que conectaran con sus sentimientos y su alma, formando una comunión entre sus experiencias y las del público. “La selección de los temas para este proyecto fue difícil, porque hay muchos autores, cantantes y canciones que admiro. Pensé que cada una de las canciones que interpretaría debía forzosamente conectar conmigo y con mis sentimientos. Me sentaba todos los días a escuchar los temas de muchos de los artistas que admiro y si la canción me hacía sentir una emoción profunda y me llevaba a un recuerdo específico de mi vida, la elegía”.
Un álbum con tal alma y pasión necesitaba de un lugar igual de mágico para ser concebido. Fue la ciudad de Guanajuato, llena de historia, cultura y belleza, el lugar predilecto para la grabación de Me quito el sombrero:“Guanajuato ha sido parte importante de mis proyectos, es un Estado al que relaciono con libertad e independencia, ideales con los que me identifico en este momento de mi carrera. Además, es el lugar de nacimiento de uno de los más grandes compositores del mundo, a quien también le rindo homenaje: José Alfredo Jiménez”. Así, cada rincón del Teatro Juárez vibró con la exquisita melodía de su voz y los grandes arreglos de los 14 temas que componen este material. “En un recinto tan espectacular, como lo es el Teatro Juárez, quise imprimir la energía e interpretación que no se pueden expresar en un disco de estudio, pues cuando se canta en vivo en un escenario, conectas tus emociones, con las de tus músicos y el público que está presente. Interpretar no es lo mismo que saber cantar, lo que buscaba al grabar este álbum era dejar que el corazón y la pasión fluyeran en el escenario en conjunto con la historia que cada tema nos cuenta”.
Después de su primer álbum como solista, Inevitable, Me quito el sombrero refleja la impecabilidad con la que Samo se desenvuelve en los escenarios y con la que puede interpretar una canción que no es de su autoría. “Con este concierto, deseo que la gente vea que lo que más amo en este mundo es cantarles. Les pido me abran sus oídos y ojos, que se conecten con la pasión con la que interpreto cada canción de esos grandes cantautores que muchos admiramos y a quienes les que tengo un profundo respeto”.
Me quito el sombrero representa una evolución en la faceta de Samo como cantante, pues en él, interpreta temas complejos en cuanto a identidad y melodía. “Siempre he pensado que cantar un cover es una doble responsabilidad, pues no debe sonar exactamente igual al original pero tiene que respetar su esencia, se debe buscar hacer propia la canción y darle su debido lugar y significado”. Además, nos da la oportunidad de ver a un artista más maduro en el escenario, más cercano a su público y que, paso a paso, reafirma y refuerza las bases de su profesión. “El paso a mi carrera de solista fue difícil, pero el deseo de que el mundo me conociera y de compartir con ellos mis experiencias a través de mis canciones fue el motivo más grande”.
La dirección y realización musical estuvo a cargo del productor español Rafa Vergara, quien ya había colaborado con Samo en su álbum Inevitable y la dirección de grabación de imagen estuvo a cargo de Ricardo Calderón. Este álbum en vivo se grabó con 8 cámaras y una grúa. El diseño del escenario del Teatro Juárez y la iluminación son elegantes, pero a la vez sutiles, con un telón de más de 15 metros de largo que refleja la sublime iluminación que crea diversos ambientes de acuerdo al sentimiento de cada canción.
La sección de músicos en este material está compuesta por seis cuerdas, piano acústico, bajo, guitarra eléctrica, guitarra electroacústica, cajón español y batería, además de contar con una sección de 6 coristas mexicanos con voces realmente únicas. Algo que destaca en todos los temas es el diseño de los arreglos vocales de los coros, hecho por el propio Samo. Basta escucharlos para comprobar que visten de forma impresionante cada canción.
Me quito el sombrero cuenta con las colaboraciones de Pandora, Pedro Capó y la banda colombiana Chocquibtown, artistas muy afines a Samo y con quienes se logró una sinergia interpretativa maravillosa. En palabras de Samo:
“Pandora son tres mujeres con una gran trayectoria y una energía increíble, juntos cantamos el tema “Con tu amor” de Juan Gabriel, el cual disfruté enormemente. Gracias a esta colaboración tuve la oportunidad de redescubrir uno de los valores que poseen grandes artistas como ellas: la humildad. Pedro Capó es un gran cantautor boricua, apasionado por la música y con el cual tuve una tremenda química. Lo conocí en un festival de radio en Puerto Rico y vi en él a un profesionista apasionado por la música e incansable en su carrera. Una vez en Guanajuato, cuando escuché a Pedro interpretando “El Aprendiz” de Alejandro Sanz, me emocioné de ver la forma en la que hizo suya la canción. Fue gracias a esa pasión, que logró un resultado interpretativo espectacular. La tercer colaboración la hice con la banda colombiana Chocquibtown. Sabía que habían hecho un dueto con Santana y otro con Carlos Vives, además de sus diversas nominaciones a los Grammy Latino por su forma de hacer música. Cuando conocí a Goyo, la cantante del grupo, a Tostao y Slow, supe que habría una gran energía entre ellos y yo, me recordaron la época en la que cantaba en la Iglesia Cristiana de mi padre. Al ensayar nuestro tema juntos, “No es lo mismo” de Alejandro Sanz, nos dimos cuenta que vibrábamos en la misma frecuencia, nos entendíamos sólo con vernos, todos teníamos una melodía unísona en nuestros corazones. Esta colaboración cierra de manera perfecta el homenaje, pues con ella puedo decirle al mundo que mi voz “no tiene precio” si no es libre de cantar lo que mi corazón desea”.
Me quito el sombrero es un símbolo de respeto al talento de estas grandes figuras, la materialización de un sentimiento hacia aquellos que, sin saberlo, fueron un referente y guiaron a Samo en su carrera, una muestra palpable de admiración hacia su manera de interpretar, su pasión por la música y su incansable y continuo proceso creativo para el público; razones suficientes para que a través de su canto, Samo les ovacione.
El DVD de este álbum doble inicia con un emotivo documental en el cual Samo visita los cinco Pueblos Mágicos y las ciudades de Guanajuato y San Miguel de Allende. Mientras apreciamos bellos escenarios y breves escenas del concierto, Samo nos platica su experiencia durante la producción de este álbum: Me quito el sombrero.
Me quito el sombrero es una grabación completamente en vivo, en la que Samo hace homenaje a específicos autores o intérpretes que, con sus canciones, marcaron diferentes etapas de su vida. Un material que, sin duda, cautivará a quien lo escuche no sólo por su bella voz y maravillosa forma de cantar, sino por los arreglos musicales y el recuerdo al que los temas evocan. El cantautor se aventuró en el reto de elegir, entre cientos de canciones, aquellas que conectaran con sus sentimientos y su alma, formando una comunión entre sus experiencias y las del público. “La selección de los temas para este proyecto fue difícil, porque hay muchos autores, cantantes y canciones que admiro. Pensé que cada una de las canciones que interpretaría debía forzosamente conectar conmigo y con mis sentimientos. Me sentaba todos los días a escuchar los temas de muchos de los artistas que admiro y si la canción me hacía sentir una emoción profunda y me llevaba a un recuerdo específico de mi vida, la elegía”.
Un álbum con tal alma y pasión necesitaba de un lugar igual de mágico para ser concebido. Fue la ciudad de Guanajuato, llena de historia, cultura y belleza, el lugar predilecto para la grabación de Me quito el sombrero:“Guanajuato ha sido parte importante de mis proyectos, es un Estado al que relaciono con libertad e independencia, ideales con los que me identifico en este momento de mi carrera. Además, es el lugar de nacimiento de uno de los más grandes compositores del mundo, a quien también le rindo homenaje: José Alfredo Jiménez”. Así, cada rincón del Teatro Juárez vibró con la exquisita melodía de su voz y los grandes arreglos de los 14 temas que componen este material. “En un recinto tan espectacular, como lo es el Teatro Juárez, quise imprimir la energía e interpretación que no se pueden expresar en un disco de estudio, pues cuando se canta en vivo en un escenario, conectas tus emociones, con las de tus músicos y el público que está presente. Interpretar no es lo mismo que saber cantar, lo que buscaba al grabar este álbum era dejar que el corazón y la pasión fluyeran en el escenario en conjunto con la historia que cada tema nos cuenta”.
Después de su primer álbum como solista, Inevitable, Me quito el sombrero refleja la impecabilidad con la que Samo se desenvuelve en los escenarios y con la que puede interpretar una canción que no es de su autoría. “Con este concierto, deseo que la gente vea que lo que más amo en este mundo es cantarles. Les pido me abran sus oídos y ojos, que se conecten con la pasión con la que interpreto cada canción de esos grandes cantautores que muchos admiramos y a quienes les que tengo un profundo respeto”.
Me quito el sombrero representa una evolución en la faceta de Samo como cantante, pues en él, interpreta temas complejos en cuanto a identidad y melodía. “Siempre he pensado que cantar un cover es una doble responsabilidad, pues no debe sonar exactamente igual al original pero tiene que respetar su esencia, se debe buscar hacer propia la canción y darle su debido lugar y significado”. Además, nos da la oportunidad de ver a un artista más maduro en el escenario, más cercano a su público y que, paso a paso, reafirma y refuerza las bases de su profesión. “El paso a mi carrera de solista fue difícil, pero el deseo de que el mundo me conociera y de compartir con ellos mis experiencias a través de mis canciones fue el motivo más grande”.
La dirección y realización musical estuvo a cargo del productor español Rafa Vergara, quien ya había colaborado con Samo en su álbum Inevitable y la dirección de grabación de imagen estuvo a cargo de Ricardo Calderón. Este álbum en vivo se grabó con 8 cámaras y una grúa. El diseño del escenario del Teatro Juárez y la iluminación son elegantes, pero a la vez sutiles, con un telón de más de 15 metros de largo que refleja la sublime iluminación que crea diversos ambientes de acuerdo al sentimiento de cada canción.
La sección de músicos en este material está compuesta por seis cuerdas, piano acústico, bajo, guitarra eléctrica, guitarra electroacústica, cajón español y batería, además de contar con una sección de 6 coristas mexicanos con voces realmente únicas. Algo que destaca en todos los temas es el diseño de los arreglos vocales de los coros, hecho por el propio Samo. Basta escucharlos para comprobar que visten de forma impresionante cada canción.
Me quito el sombrero cuenta con las colaboraciones de Pandora, Pedro Capó y la banda colombiana Chocquibtown, artistas muy afines a Samo y con quienes se logró una sinergia interpretativa maravillosa. En palabras de Samo:
“Pandora son tres mujeres con una gran trayectoria y una energía increíble, juntos cantamos el tema “Con tu amor” de Juan Gabriel, el cual disfruté enormemente. Gracias a esta colaboración tuve la oportunidad de redescubrir uno de los valores que poseen grandes artistas como ellas: la humildad. Pedro Capó es un gran cantautor boricua, apasionado por la música y con el cual tuve una tremenda química. Lo conocí en un festival de radio en Puerto Rico y vi en él a un profesionista apasionado por la música e incansable en su carrera. Una vez en Guanajuato, cuando escuché a Pedro interpretando “El Aprendiz” de Alejandro Sanz, me emocioné de ver la forma en la que hizo suya la canción. Fue gracias a esa pasión, que logró un resultado interpretativo espectacular. La tercer colaboración la hice con la banda colombiana Chocquibtown. Sabía que habían hecho un dueto con Santana y otro con Carlos Vives, además de sus diversas nominaciones a los Grammy Latino por su forma de hacer música. Cuando conocí a Goyo, la cantante del grupo, a Tostao y Slow, supe que habría una gran energía entre ellos y yo, me recordaron la época en la que cantaba en la Iglesia Cristiana de mi padre. Al ensayar nuestro tema juntos, “No es lo mismo” de Alejandro Sanz, nos dimos cuenta que vibrábamos en la misma frecuencia, nos entendíamos sólo con vernos, todos teníamos una melodía unísona en nuestros corazones. Esta colaboración cierra de manera perfecta el homenaje, pues con ella puedo decirle al mundo que mi voz “no tiene precio” si no es libre de cantar lo que mi corazón desea”.
Me quito el sombrero es un símbolo de respeto al talento de estas grandes figuras, la materialización de un sentimiento hacia aquellos que, sin saberlo, fueron un referente y guiaron a Samo en su carrera, una muestra palpable de admiración hacia su manera de interpretar, su pasión por la música y su incansable y continuo proceso creativo para el público; razones suficientes para que a través de su canto, Samo les ovacione.
El DVD de este álbum doble inicia con un emotivo documental en el cual Samo visita los cinco Pueblos Mágicos y las ciudades de Guanajuato y San Miguel de Allende. Mientras apreciamos bellos escenarios y breves escenas del concierto, Samo nos platica su experiencia durante la producción de este álbum: Me quito el sombrero.