La batalla final entre el bien y el mal - Dios contra Satanás. Todo comienza cuando Angela Holmes (Olivia Taylor Dudley) cumple 25 años, al momento de cortar el pastel se lastima la mano con el cuchillo en la fiesta sorpresa que le organizan sus amigos. Su padre Roger (Dougray Scott) y su novio Pete (John Patrick Amedori) –que no tienen muy buena relación entre ellos– la acompañan al hospital, pero Angela expresa su desconfianza y miedo hacia los doctores.
Después de recibir una curación, la joven comienza a experimentar una serie de alteraciones mentales y físicas. Holmes se examina y se sospecha la posesión, pero cuando se llama al Vaticano a exorcizar el demonio, la posesión resulta ser una fuerza satánica antigua más potente que nunca imaginó. Con la asesoría del sacerdote Lozano (Michael Peña) y del Cardenal Bruun (Peter Andersson) –un ferviente católico que trabaja en el Vaticano, que resguarda un archivo confidencial con videograbaciones del paso del demonio por la Tierra y de sortilegios para eliminarlo– ayudan a practicarle un exorcismo a Angela.
Exorcismo en el Vaticano (The Vatican Tapes, 2015) carece de imaginación para ahondar en las complejidades del tema, olvidando el carácter reflexivo y apostando únicamente por la espectacularidad visual en los momentos en los que el Anticristo (figura concebida como un falso profeta que es el mensajero del diablo) desata su furia con dos simbolismos obvios: el cuervo y el fuego. La película, dirigida por Mark Neveldine (Crank: High Voltage, 2009; Ghost Rider, 2011), está llena de pequeños caprichos sensacionalistas, especialmente por-que el cineasta está mucho más interesado en crear complejas secuencias de acción (innecesarias para un filme de este género) que en involucrarse en la psicología de la protagonista y de los personajes que la rodean. Los juegos bur-dos de iluminación y el uso de música punzante son empleados para transmitir la desesperación de la mujer poseída, pero la joven actriz, Olivia Taylor Dudley, no transmite la múltiple gama de sensaciones de terror, vacío y amenaza que conlleva su personaje.