Las características de los teléfonos son usualmente ignoradas o no comprendidas por la mayor parte de los consumidores y al final terminan convirtiéndose en la razón de su felicidad o estrés cuando un dispositivo no cumple con los requisitos mínimos de uso.
El procesador o Chipset (SoC) es uno de los componentes más importantes de cualquier equipo, desde los computadores hasta los celulares, este determina qué tan rápido podrá analizar y hacer uso de la información para que el dispositivo realice las tareas deseadas.
Por ejemplo, cuando una persona oprime el botón o ícono de la cámara un gran número de algoritmos, códigos y secuencias llegan al procesador que es quien entonces entiende que el usuario quiere tomar una foto y así abre la aplicación y empieza a traducir lo que toma el lente en imágenes, todo en menos de milésimas de segundo.
“El funcionamiento del procesador es similar a como funciona el cerebro de un ser humano. Si se quiere mover un dedo de la mano, el cerebro debe interpretar y enviar la señal justamente a esa parte del sistema nervioso para que funcione. En paralelo hace otras tares que no somos tan consientes; tal como mantener el equilibrio, parpadear u otras actividades. Si nuestro cerebro fuese más lento de lo que necesitamos no podríamos ser tan eficientes, si fuera más rápido o grande consumiría más energía de la que podemos almacenar y necesitaríamos descansar con mas frecuencia”, dijo Amikam Yalovetzky, Gerente de Ventas Senior de MediaTek para Latinoamérica.
De acuerdo con ConsumerScape 360, de la firma de análisis IDC, al comprar un teléfono con Android, las personas tienden a priorizar la batería (56%), el tamaño de la pantalla (37%) y el sistema operativo (37%) por sobre cualquier otra característica.
“La tecnología del procesador influye cuánto podrá durar el dispositivo encendido de acuerdo con la capacidad de almacenaje de la batería, qué tan fluido correrá el sistema operativo y aplicaciones. Realmente la mayor parte de la experiencia del usuario se define por el desempeño del procesador”, comentó el experto.
Al elegir un procesador adecuado hay que tomar en cuenta los usos de cada persona, por ejemplo un videojugador necesitará un procesador mas poderoso que alguien que lo utiliza únicamente para llamar o escribir mensajes instantáneos.
Un dispositivo móvil es un balance entre desempeño y consumo de batería. Los núcleos, tanto tipo como cantidad, que posee y la forma en que son administrados es de gran importancia para determinar las posibilidades de procesamiento y la gran diferencia que puede haber entre un teléfono u otro. Los usuarios que necesiten características básicas pueden buscar teléfonos que cuenten con dual-core o quad-core (dos o cuatro núcleos) pero deben buscar que el la velocidad (Ghz en las características) sea adecuada para así ahorrar más batería.
Los power users deben pensar en una mayor cantidad de núcleos o buscar procesadores de más poder como el Octa-Core o Deca-Core con Tri-cluster de MediaTek. El uso de un procesador de usualmente significa que también consume más energía, excepto en casos como en los que cuente con tecnología de administración de programas y carga en el procesador como CorePilot, de esta empresa, que reduce el consumo de energía de manera importante y monitorea constantemente la temperatura para evitar el recalentamiento del sistema.
“Lo importante al elegir un teléfono es ver qué tipo de procesador tiene y de ahí comparar las distintas configuraciones que tienen para buscar una que se acople a las necesidades de la persona. No siempre lo mejor es comprar el teléfono o tableta más nuevo ni el más caro, sino más bien encontrar uno que me ayude a lograr lo que quiero hacer con él. Para nosotros, el uso del teléfono celular es muy parecido a correr un maratón manteniendo la energía y el desempeño durante toda la carrera y no una carrera de 100 metros donde tenemos mucha velocidad por muy corto tiempo.” concluyó Yalovetzky.
El procesador o Chipset (SoC) es uno de los componentes más importantes de cualquier equipo, desde los computadores hasta los celulares, este determina qué tan rápido podrá analizar y hacer uso de la información para que el dispositivo realice las tareas deseadas.
Por ejemplo, cuando una persona oprime el botón o ícono de la cámara un gran número de algoritmos, códigos y secuencias llegan al procesador que es quien entonces entiende que el usuario quiere tomar una foto y así abre la aplicación y empieza a traducir lo que toma el lente en imágenes, todo en menos de milésimas de segundo.
“El funcionamiento del procesador es similar a como funciona el cerebro de un ser humano. Si se quiere mover un dedo de la mano, el cerebro debe interpretar y enviar la señal justamente a esa parte del sistema nervioso para que funcione. En paralelo hace otras tares que no somos tan consientes; tal como mantener el equilibrio, parpadear u otras actividades. Si nuestro cerebro fuese más lento de lo que necesitamos no podríamos ser tan eficientes, si fuera más rápido o grande consumiría más energía de la que podemos almacenar y necesitaríamos descansar con mas frecuencia”, dijo Amikam Yalovetzky, Gerente de Ventas Senior de MediaTek para Latinoamérica.
De acuerdo con ConsumerScape 360, de la firma de análisis IDC, al comprar un teléfono con Android, las personas tienden a priorizar la batería (56%), el tamaño de la pantalla (37%) y el sistema operativo (37%) por sobre cualquier otra característica.
“La tecnología del procesador influye cuánto podrá durar el dispositivo encendido de acuerdo con la capacidad de almacenaje de la batería, qué tan fluido correrá el sistema operativo y aplicaciones. Realmente la mayor parte de la experiencia del usuario se define por el desempeño del procesador”, comentó el experto.
Al elegir un procesador adecuado hay que tomar en cuenta los usos de cada persona, por ejemplo un videojugador necesitará un procesador mas poderoso que alguien que lo utiliza únicamente para llamar o escribir mensajes instantáneos.
Un dispositivo móvil es un balance entre desempeño y consumo de batería. Los núcleos, tanto tipo como cantidad, que posee y la forma en que son administrados es de gran importancia para determinar las posibilidades de procesamiento y la gran diferencia que puede haber entre un teléfono u otro. Los usuarios que necesiten características básicas pueden buscar teléfonos que cuenten con dual-core o quad-core (dos o cuatro núcleos) pero deben buscar que el la velocidad (Ghz en las características) sea adecuada para así ahorrar más batería.
Los power users deben pensar en una mayor cantidad de núcleos o buscar procesadores de más poder como el Octa-Core o Deca-Core con Tri-cluster de MediaTek. El uso de un procesador de usualmente significa que también consume más energía, excepto en casos como en los que cuente con tecnología de administración de programas y carga en el procesador como CorePilot, de esta empresa, que reduce el consumo de energía de manera importante y monitorea constantemente la temperatura para evitar el recalentamiento del sistema.
“Lo importante al elegir un teléfono es ver qué tipo de procesador tiene y de ahí comparar las distintas configuraciones que tienen para buscar una que se acople a las necesidades de la persona. No siempre lo mejor es comprar el teléfono o tableta más nuevo ni el más caro, sino más bien encontrar uno que me ayude a lograr lo que quiero hacer con él. Para nosotros, el uso del teléfono celular es muy parecido a correr un maratón manteniendo la energía y el desempeño durante toda la carrera y no una carrera de 100 metros donde tenemos mucha velocidad por muy corto tiempo.” concluyó Yalovetzky.