En los pacientes con diabetes tipo 2 se suele hacer exámenes con mayor frecuencia de lo clínicamente indicado y eso conduce a más gasto y tiempo, así como a posible tratamiento excesivo
Guatemala, 19 de enero de 2016. - En un estudio publicado por Internet en The BMJ, los científicos de Mayo Clinic informan acerca de una tendencia nacional a examinar excesivamente los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c) en los pacientes adultos con diabetes tipo 2.
El equipo del estudio dice que examinar en exceso es una redundancia y un desperdicio que añade gastos innecesarios y constituye una carga para el tiempo de los pacientes y de los proveedores de atención médica. Además, examinar en exceso puede derivar en tratamientos igualmente excesivos con fármacos hipoglucémicos, lo que aumenta el gasto y las posibles complicaciones para la salud.
Los protocolos para control y tratamiento de la diabetes tipo 2 no están bien definidos en las sociedades profesionales ni en las entidades reguladoras. Si bien a menudo se habla de umbrales menores para la frecuencia de los exámenes, rara vez se mencionan los límites superiores. De todas maneras, la mayoría coincide en que en los adultos que no necesitan insulina, controlan establemente la glucemia para mantenerla dentro de los objetivos recomendados y no tienen antecedentes de grave hipoglucemia ni hiperglucemia, revisar una o dos veces al año es suficiente; sin embargo, en la práctica, la prevalencia de los exámenes excesivos es mucho mayor.
“Los resultados obtenidos son preocupantes, especialmente a medida que nos enfocamos más en mejorar la forma de cuidar de los pacientes, no solo para garantizar que obtengan el máximo provecho, sino también para ser conscientes del desperdicio, de la carga para el paciente y del costo de la atención médica”, comenta la Dra. Rozalina McCoy, endocrinóloga y médico de atención primaria en Mayo Clinic e investigadora principal del estudio. “En calidad de proveedores de atención médica, debemos mantenernos siempre vigilantes para ofrecer los exámenes y los tratamientos correctos a los pacientes en el momento adecuado, tanto para el bienestar de ellos como para garantizar que la atención médica brindada tenga el mejor costo”, añade.
Los investigadores creen que el estudio brinda pruebas definitivas del exceso de exámenes con el análisis de una cohorte nacional de 31 545 personas adultas no embarazadas y cuya diabetes tipo 2 estaba controlada y tratada sin insulina. Aproximadamente 55 por ciento de los pacientes de la cohorte alcanzaron y mantuvieron el nivel recomendado de menos de 7 por ciento para la HbA1c y se sometieron a exámenes tres o cuatro veces por año. Seis por ciento de ellos se sometió a exámenes cinco o más veces. La cohorte de pacientes examinada provino de la bodega de datos de OptumLabs (OLDW, por sus siglas en inglés) y usó información despersonalizada, tanto administrativa como farmacológica y de laboratorio, para el período 2001 a 2011.
La Dra. McCoy anota que existen varias razones posibles para realizar frecuentemente los exámenes y algunas de ellas son fallas en el sistema de atención médica.
“Las posibles razones para examinar con más frecuencia incluyen incertidumbre clínica, entender mal la naturaleza del examen —es decir, no percatarse que la HbA1c es el promedio trimestral del control glucémico— o el deseo de ser minucioso en el diagnóstico y el manejo; en otras ocasiones, puede ser resultado de la fragmentación de la atención médica (desconexión de más de un proveedor de cuidados de la salud), del requisito de cumplir con exigencias reguladoras, tales como presentar informes públicos de las medidas de rendimiento, o del seguimiento interno del rendimiento”, opina la doctora.
Añade que “debido a que tenemos la costumbre de pensar que más es mejor”, tanto los pacientes como los proveedores de atención de la salud pueden inclinarse a favor de examinar más veces por el deseo de ofrecer y recibir cuidados médicos integrales.
Los científicos descubrieron que realizar exámenes excesivamente aumentó la probabilidad de tratar también en exceso con uno o más fármacos, pese a la presencia de niveles normales de HbA1c. Igualmente descubrieron que entre los pacientes sometidos a exámenes conjuntos (por ejemplo, análisis del colesterol, de la creatinina y de la HbA1c en el mismo día), las tasas de exámenes excesivos fueron menores.
“Mis colegas y yo reconocemos que todavía queda mucho por hacer y esperamos que estos resultados ayuden a los proveedores de atención médica y a los pacientes de todas partes a tomar decisiones informadas”, acota la Dra. McCoy.
Esta investigación es el resultado del compromiso continuo de Mayo Clinic por mejorar la salud y la forma en que los pacientes reciben atención médica. La misión de Mayo se vuelve patente a través del Centro Robert D. y Patricia E. Kern de Mayo Clinic para la Ciencia de Brindar Atención Médica y de sus colaboradores en el resto de la institución y alrededor del mundo.
Los datos de OLDW abarcan a más de 150 millones de personas procedentes de los 50 estados y de todas las edades y razas e incluyen a gente con seguro médico comercial y bajo Medicare Advantage. OLDW es un recurso de OptumLabs, que es un centro de innovación e investigación colaborativa fundado conjuntamente por Mayo Clinic y Optum en 2013. Esta gran fuente de datos permite a los científicos investigar toda una base de pacientes mucho más amplia de lo que se disponía anteriormente, hecho que deriva en resultados más definitivos.
El Centro Robert D. y Patricia E. Kern de Mayo Clinic para la Ciencia de Brindar Atención Médica dirige esa relación a nombre de Mayo Clinic y gracias a los datos de OLDW ha publicado varios estudios que identifican las áreas de posibles mejoras en la forma de brindar atención médica.
Guatemala, 19 de enero de 2016. - En un estudio publicado por Internet en The BMJ, los científicos de Mayo Clinic informan acerca de una tendencia nacional a examinar excesivamente los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c) en los pacientes adultos con diabetes tipo 2.
El equipo del estudio dice que examinar en exceso es una redundancia y un desperdicio que añade gastos innecesarios y constituye una carga para el tiempo de los pacientes y de los proveedores de atención médica. Además, examinar en exceso puede derivar en tratamientos igualmente excesivos con fármacos hipoglucémicos, lo que aumenta el gasto y las posibles complicaciones para la salud.
Los protocolos para control y tratamiento de la diabetes tipo 2 no están bien definidos en las sociedades profesionales ni en las entidades reguladoras. Si bien a menudo se habla de umbrales menores para la frecuencia de los exámenes, rara vez se mencionan los límites superiores. De todas maneras, la mayoría coincide en que en los adultos que no necesitan insulina, controlan establemente la glucemia para mantenerla dentro de los objetivos recomendados y no tienen antecedentes de grave hipoglucemia ni hiperglucemia, revisar una o dos veces al año es suficiente; sin embargo, en la práctica, la prevalencia de los exámenes excesivos es mucho mayor.
“Los resultados obtenidos son preocupantes, especialmente a medida que nos enfocamos más en mejorar la forma de cuidar de los pacientes, no solo para garantizar que obtengan el máximo provecho, sino también para ser conscientes del desperdicio, de la carga para el paciente y del costo de la atención médica”, comenta la Dra. Rozalina McCoy, endocrinóloga y médico de atención primaria en Mayo Clinic e investigadora principal del estudio. “En calidad de proveedores de atención médica, debemos mantenernos siempre vigilantes para ofrecer los exámenes y los tratamientos correctos a los pacientes en el momento adecuado, tanto para el bienestar de ellos como para garantizar que la atención médica brindada tenga el mejor costo”, añade.
Los investigadores creen que el estudio brinda pruebas definitivas del exceso de exámenes con el análisis de una cohorte nacional de 31 545 personas adultas no embarazadas y cuya diabetes tipo 2 estaba controlada y tratada sin insulina. Aproximadamente 55 por ciento de los pacientes de la cohorte alcanzaron y mantuvieron el nivel recomendado de menos de 7 por ciento para la HbA1c y se sometieron a exámenes tres o cuatro veces por año. Seis por ciento de ellos se sometió a exámenes cinco o más veces. La cohorte de pacientes examinada provino de la bodega de datos de OptumLabs (OLDW, por sus siglas en inglés) y usó información despersonalizada, tanto administrativa como farmacológica y de laboratorio, para el período 2001 a 2011.
La Dra. McCoy anota que existen varias razones posibles para realizar frecuentemente los exámenes y algunas de ellas son fallas en el sistema de atención médica.
“Las posibles razones para examinar con más frecuencia incluyen incertidumbre clínica, entender mal la naturaleza del examen —es decir, no percatarse que la HbA1c es el promedio trimestral del control glucémico— o el deseo de ser minucioso en el diagnóstico y el manejo; en otras ocasiones, puede ser resultado de la fragmentación de la atención médica (desconexión de más de un proveedor de cuidados de la salud), del requisito de cumplir con exigencias reguladoras, tales como presentar informes públicos de las medidas de rendimiento, o del seguimiento interno del rendimiento”, opina la doctora.
Añade que “debido a que tenemos la costumbre de pensar que más es mejor”, tanto los pacientes como los proveedores de atención de la salud pueden inclinarse a favor de examinar más veces por el deseo de ofrecer y recibir cuidados médicos integrales.
Los científicos descubrieron que realizar exámenes excesivamente aumentó la probabilidad de tratar también en exceso con uno o más fármacos, pese a la presencia de niveles normales de HbA1c. Igualmente descubrieron que entre los pacientes sometidos a exámenes conjuntos (por ejemplo, análisis del colesterol, de la creatinina y de la HbA1c en el mismo día), las tasas de exámenes excesivos fueron menores.
“Mis colegas y yo reconocemos que todavía queda mucho por hacer y esperamos que estos resultados ayuden a los proveedores de atención médica y a los pacientes de todas partes a tomar decisiones informadas”, acota la Dra. McCoy.
Esta investigación es el resultado del compromiso continuo de Mayo Clinic por mejorar la salud y la forma en que los pacientes reciben atención médica. La misión de Mayo se vuelve patente a través del Centro Robert D. y Patricia E. Kern de Mayo Clinic para la Ciencia de Brindar Atención Médica y de sus colaboradores en el resto de la institución y alrededor del mundo.
Los datos de OLDW abarcan a más de 150 millones de personas procedentes de los 50 estados y de todas las edades y razas e incluyen a gente con seguro médico comercial y bajo Medicare Advantage. OLDW es un recurso de OptumLabs, que es un centro de innovación e investigación colaborativa fundado conjuntamente por Mayo Clinic y Optum en 2013. Esta gran fuente de datos permite a los científicos investigar toda una base de pacientes mucho más amplia de lo que se disponía anteriormente, hecho que deriva en resultados más definitivos.
El Centro Robert D. y Patricia E. Kern de Mayo Clinic para la Ciencia de Brindar Atención Médica dirige esa relación a nombre de Mayo Clinic y gracias a los datos de OLDW ha publicado varios estudios que identifican las áreas de posibles mejoras en la forma de brindar atención médica.