La falla cardiaca es una condición debilitante y potencialmente mortal que se produce cuando el corazón no bombea suficiente sangre al cuerpo. En la mayoría de casos, ocurre porque el músculo del corazón responsable de la acción de bombeo se debilita o se endurece con el tiempo,3 lo cual puede suceder por diversas causas.
Por ejemplo, un infarto al miocardio puede debilitar el músculo cardíaco, pero el daño también puede ser gradual debido a presión arterial elevada, diabetes tipo 2, colesterol alto, enfermedad arterial coronaria, exceso de consumo de alcohol, entre otros.
Cuando el corazón empieza a disminuir esta acción de bombeo, nuestro cuerpo trata de compensar lo que está sucediendo. Así, en un intento por bombear más sangre, el corazón se torna más grande, pero a la larga esto produce retención de líquidos, lo cual puede afectar los pulmones y generar un ritmo cardiaco irregular. En otras ocasiones, el corazón empieza a latir más fuerte o los vasos sanguíneos se estrechan en un intento por mantener la presión arterial. O bien, el cuerpo empieza a priorizar sobre cuales tejidos y órganos enviará sangre.4 Estos mecanismos esconden temporalmente la enfermedad hasta que el paciente empieza a tener algunas manifestaciones como los tobillos inflamados, los pies hinchados, dificultad para respirar, cansancio al subir escaleras o caminar distancias cortas o se ve obligado a dormir sobre varias almohadas para facilitar la respiración, todos los cuales son todos síntomas de falla cardiaca.
“Todos los esfuerzos de nuestro cuerpo por estabilizar la condición irregular que le produce la falla cardiaca hacen que los pacientes lleguen a consulta muy tarde, pues perciben las limitaciones cuando están en una etapa avanzada de la enfermedad. De ahí la importancia de que las personas se sometan a revisiones médicas regulares, redoblen la atención si se tienen factores de riesgo y se adhieran al tratamiento que el médico les indique. Para hacer un diagnóstico apropiado se requiere conocer todos los detalles que puedan ofrecer los pacientes de su vida diaria y sus condiciones médicas. Habitualmente se le hará un ecocardiograma que permita confirmar el diagnóstico” explicó el Dr. José Ricardo Muñoz quien es Director de Cardio Care y del Centro de Investigación Clínica de la ciudad de Guatemala.
La falla cardiaca es más común a más avanzada edad, aunque cualquiera podría padecerla. Las estadísticas señalan que esta es la razón número uno de hospitalizaciones en pacientes de más de 65 años. La falla cardiaca puede progresar y agravarse lentamente con el tiempo. Esta condición se conoce como falla cardiaca crónica. También puede acentuarse por episodios agudos cuando los síntomas se agravan rápidamente, lo que conduce a hospitalizaciones e incluso a la muerte.5
“Más personas mueren en el mundo al año por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. Es nuestra responsabilidad tomar acciones que nos lleven a disminuir estas cifras y convertirnos en la causa número dos. Particularmente, cuando hablamos de falla cardiaca, debemos tener en cuenta que anualmente mueren más personas por esta enfermedad que por cáncer de mama o de colon. Por ello, es muy importante que logremos generar conciencia sobre esta enfermedad y promover la detección temprana” explicó el Dr. Muñoz.
Esta condición no tiene una cura, sin embargo, existen tratamientos para manejar los síntomas debilitantes. “El compromiso de Novartis con los pacientes nos impulsa a investigar y desarrollar tratamientos innovadores. Esperamos tener pronto en nuestra región un tratamiento disponible que reduzca el riesgo de muerte cardiovascular y de hospitalización por falla cardíaca. Esperamos contribuir de esta manera a que los pacientes puedan vivir más y con mejor calidad de vida” señaló la Directora de Asuntos Corporativos de Novartis para Centroamérica y el Caribe, Irene Arguedas.
Por ejemplo, un infarto al miocardio puede debilitar el músculo cardíaco, pero el daño también puede ser gradual debido a presión arterial elevada, diabetes tipo 2, colesterol alto, enfermedad arterial coronaria, exceso de consumo de alcohol, entre otros.
Cuando el corazón empieza a disminuir esta acción de bombeo, nuestro cuerpo trata de compensar lo que está sucediendo. Así, en un intento por bombear más sangre, el corazón se torna más grande, pero a la larga esto produce retención de líquidos, lo cual puede afectar los pulmones y generar un ritmo cardiaco irregular. En otras ocasiones, el corazón empieza a latir más fuerte o los vasos sanguíneos se estrechan en un intento por mantener la presión arterial. O bien, el cuerpo empieza a priorizar sobre cuales tejidos y órganos enviará sangre.4 Estos mecanismos esconden temporalmente la enfermedad hasta que el paciente empieza a tener algunas manifestaciones como los tobillos inflamados, los pies hinchados, dificultad para respirar, cansancio al subir escaleras o caminar distancias cortas o se ve obligado a dormir sobre varias almohadas para facilitar la respiración, todos los cuales son todos síntomas de falla cardiaca.
“Todos los esfuerzos de nuestro cuerpo por estabilizar la condición irregular que le produce la falla cardiaca hacen que los pacientes lleguen a consulta muy tarde, pues perciben las limitaciones cuando están en una etapa avanzada de la enfermedad. De ahí la importancia de que las personas se sometan a revisiones médicas regulares, redoblen la atención si se tienen factores de riesgo y se adhieran al tratamiento que el médico les indique. Para hacer un diagnóstico apropiado se requiere conocer todos los detalles que puedan ofrecer los pacientes de su vida diaria y sus condiciones médicas. Habitualmente se le hará un ecocardiograma que permita confirmar el diagnóstico” explicó el Dr. José Ricardo Muñoz quien es Director de Cardio Care y del Centro de Investigación Clínica de la ciudad de Guatemala.
La falla cardiaca es más común a más avanzada edad, aunque cualquiera podría padecerla. Las estadísticas señalan que esta es la razón número uno de hospitalizaciones en pacientes de más de 65 años. La falla cardiaca puede progresar y agravarse lentamente con el tiempo. Esta condición se conoce como falla cardiaca crónica. También puede acentuarse por episodios agudos cuando los síntomas se agravan rápidamente, lo que conduce a hospitalizaciones e incluso a la muerte.5
“Más personas mueren en el mundo al año por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. Es nuestra responsabilidad tomar acciones que nos lleven a disminuir estas cifras y convertirnos en la causa número dos. Particularmente, cuando hablamos de falla cardiaca, debemos tener en cuenta que anualmente mueren más personas por esta enfermedad que por cáncer de mama o de colon. Por ello, es muy importante que logremos generar conciencia sobre esta enfermedad y promover la detección temprana” explicó el Dr. Muñoz.
Esta condición no tiene una cura, sin embargo, existen tratamientos para manejar los síntomas debilitantes. “El compromiso de Novartis con los pacientes nos impulsa a investigar y desarrollar tratamientos innovadores. Esperamos tener pronto en nuestra región un tratamiento disponible que reduzca el riesgo de muerte cardiovascular y de hospitalización por falla cardíaca. Esperamos contribuir de esta manera a que los pacientes puedan vivir más y con mejor calidad de vida” señaló la Directora de Asuntos Corporativos de Novartis para Centroamérica y el Caribe, Irene Arguedas.