El Programa “Nutrición y Emprendimiento Comunitario” de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez celebra su cuarto año de ejecución en Totonicapán. Desde su implementación en 2014, ha logrado una alta incidencia en el desarrollo y empoderamiento de la mujer, así como la disminución de los índices de la desnutrición crónica del municipio.
El proyecto nació por iniciativa de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez para incidir en la prevención de la desnutrición crónica de Guatemala en el municipio de San Cristóbal, Totonicapán. El municipio ocupa el lugar 71 de los 166 municipios priorizados en el Plan Hambre Cero; con un índice de desnutrición crónica de 62.5% de la población y un índice de pobreza de 66.1%, de acuerdo a datos de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia de la República de Guatemala, Segeplan.
Siendo Corporación Multi-inversiones una corporación dedicada a alimentos, la Unidad de Molinos Modernos, en conjunto con la Fundación, desarrollaron una fórmula de atol fortificado a base de harina nixtamalizada, especial para niños menores de 5 años, con énfasis en la ventana de los mil días (niños menores de 2 años y mujeres embarazadas) y mujeres en periodo de lactancia.
En marzo de 2017 se introdujo una formulación mejorada y en agosto 2017 se inició un estudio para sistematizar el modelo del programa y la implementación de la harina de maíz fortificada, lo cual permitirá a la Fundación Juan Bautista Gutiérrez, apoyar a otras organizaciones sociales que deseen incidir en la disminución de los índices de desnutrición crónica en distintas comunidades de Guatemala.
“Gracias al apoyo de Molinos Modernos, en 2014 se introdujo la bebida fortificada para la mejora de la alimentación de las comunidades para disminución de los índices de desnutrición crónica. Durante la primera fase de intervención por 24 meses, donde se combinó el cambio de comportamiento con la ingesta de la bebida fortificada, se impactó en disminuir el índice de desnutrición crónica en un 31% entre niños de 0 a 12 meses. De manera simultánea, la Unidad Pecuaria, a través de Pollo Rey y Toledo, ha brindado la oportunidad a las mujeres participantes del programa para emprenden sus propios negocios como la Casa de Pollo Rey y el Rincón del Pollo, acercando a las comunidades productos de calidad y valor nutricional, a precios accesibles. Asimismo, desarrollamos emprendimientos comunitarios que facilitan la generación de ingresos económicos para la mujer los cuales son destinados a la alimentación, educación, estudios, mejoras del hogar, entre otros,”, indicó Cristina Díaz, Directora Ejecutiva de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez.
De esta manera se constituyen los tres ejes del programa:
Durante la primera fase de 24 meses de ejecución del Programa, de 2014 a 2016, se priorizó tres comunidades específicas: Barrio La Independencia y Cantón Chuicotom, con 80% de desnutrición crónica, y Cantón Coxliquel con 63%. Actualmente se trabaja en cinco comunidades de alta tasa de desnutrición crónica: Nueva Candelaria con 78%, Patachaj con 67%, y Pacanac, San Ramón y Barrio la Ciénaga que cuentan con una tasa de población con desnutrición crónica similar.
Actualmente, el programa tiene un enfoque sistémico e integral que muestra la ruta de solución al problema nutricional que coincide con la estrategia nacional para la prevención de desnutrición crónica 2016-2020 de la SESAN (Secretaria de Seguridad Alimentaria Nutricional) y con el Plan de Desarrollo Municipal de San Cristóbal Totonicapán 2011-2021 de SEGEPLAN (Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia), e incluye el proyecto de suplementación con harina de maíz fortificada. Incluye 400 mujeres organizadas en doce grupos, de acuerdo al marco de la SAN (Seguridad Alimentaria Nutricional) en sus cuatro pilares que son: consumo, acceso, disponibilidad y aprovechamiento biológico y vigilancia nutricional de 200 niños.
El proyecto nació por iniciativa de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez para incidir en la prevención de la desnutrición crónica de Guatemala en el municipio de San Cristóbal, Totonicapán. El municipio ocupa el lugar 71 de los 166 municipios priorizados en el Plan Hambre Cero; con un índice de desnutrición crónica de 62.5% de la población y un índice de pobreza de 66.1%, de acuerdo a datos de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia de la República de Guatemala, Segeplan.
Siendo Corporación Multi-inversiones una corporación dedicada a alimentos, la Unidad de Molinos Modernos, en conjunto con la Fundación, desarrollaron una fórmula de atol fortificado a base de harina nixtamalizada, especial para niños menores de 5 años, con énfasis en la ventana de los mil días (niños menores de 2 años y mujeres embarazadas) y mujeres en periodo de lactancia.
En marzo de 2017 se introdujo una formulación mejorada y en agosto 2017 se inició un estudio para sistematizar el modelo del programa y la implementación de la harina de maíz fortificada, lo cual permitirá a la Fundación Juan Bautista Gutiérrez, apoyar a otras organizaciones sociales que deseen incidir en la disminución de los índices de desnutrición crónica en distintas comunidades de Guatemala.
“Gracias al apoyo de Molinos Modernos, en 2014 se introdujo la bebida fortificada para la mejora de la alimentación de las comunidades para disminución de los índices de desnutrición crónica. Durante la primera fase de intervención por 24 meses, donde se combinó el cambio de comportamiento con la ingesta de la bebida fortificada, se impactó en disminuir el índice de desnutrición crónica en un 31% entre niños de 0 a 12 meses. De manera simultánea, la Unidad Pecuaria, a través de Pollo Rey y Toledo, ha brindado la oportunidad a las mujeres participantes del programa para emprenden sus propios negocios como la Casa de Pollo Rey y el Rincón del Pollo, acercando a las comunidades productos de calidad y valor nutricional, a precios accesibles. Asimismo, desarrollamos emprendimientos comunitarios que facilitan la generación de ingresos económicos para la mujer los cuales son destinados a la alimentación, educación, estudios, mejoras del hogar, entre otros,”, indicó Cristina Díaz, Directora Ejecutiva de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez.
De esta manera se constituyen los tres ejes del programa:
- Eje 1: Orientándoles a Mejorar su Alimentación: A través de talleres de formación para desarrollar a NIVEL INDIVIDUAL en la mujer prácticas para la adecuada selección, preparación y consumo de alimentos. A NIVEL FAMILIAR, acciones sostenibles de salud preventiva para mejorar la condición de madre-hija, familia y comunidad; y A NIVEL COMUNITARIO, fortalecer la organización para asegurar procesos de autogestión y sostenibilidad de la Seguridad Alimentaria Nutricional.
- Eje 2: Facilitación de acceso a alimentos nutritivos: A través de la introducción del atol fortificado, el desarrollo de tiendas de barrio, Casas del Pollo y Rincones del Pollo para llevar alimentos nutritivos tales como pollo, salchichas, tortitas de carne, pastas, corazón de trigo, entre otros a través del concepto de franquicia Mer-k-dito Express.
- Eje 3: Promoción de la auto sostenibilidad económica de la mujer, a través de emprendimientos comunitarios, donde participan mujeres de la comunidad que han comenzado a generar sus propios ingresos por la elaboración de textiles para la fabricación de bolsas de exportación, en alianza con Mercado Global; y pulseras en alianza con Wakami.
Durante la primera fase de 24 meses de ejecución del Programa, de 2014 a 2016, se priorizó tres comunidades específicas: Barrio La Independencia y Cantón Chuicotom, con 80% de desnutrición crónica, y Cantón Coxliquel con 63%. Actualmente se trabaja en cinco comunidades de alta tasa de desnutrición crónica: Nueva Candelaria con 78%, Patachaj con 67%, y Pacanac, San Ramón y Barrio la Ciénaga que cuentan con una tasa de población con desnutrición crónica similar.
Actualmente, el programa tiene un enfoque sistémico e integral que muestra la ruta de solución al problema nutricional que coincide con la estrategia nacional para la prevención de desnutrición crónica 2016-2020 de la SESAN (Secretaria de Seguridad Alimentaria Nutricional) y con el Plan de Desarrollo Municipal de San Cristóbal Totonicapán 2011-2021 de SEGEPLAN (Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia), e incluye el proyecto de suplementación con harina de maíz fortificada. Incluye 400 mujeres organizadas en doce grupos, de acuerdo al marco de la SAN (Seguridad Alimentaria Nutricional) en sus cuatro pilares que son: consumo, acceso, disponibilidad y aprovechamiento biológico y vigilancia nutricional de 200 niños.