La Organización Mundial de la Salud, OMS, define el envejecimiento como el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo. Este proceso lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y en, última instancia, a la muerte.
El doctor Christiaan Leeuwenburgh, jefe de la División de Biología del Envejecimiento del Departamento de Investigaciones de Geriatría y Longevidad de la Universidad de Florida, sostiene que, si bien, hay “rutas biológicas” que contribuyen al deterioro de las células, la calidad de vida puede mejorarse a través de intervenciones nutricionales, farmacológicas y fisiológicas. Los trabajos de este especialista se enfocan en comprender la manera en que el cuerpo humano envejece.
Para Leeuwenburgh, lo primero es entender que, en el camino hacia ese deterioro del cuerpo, existen múltiples “rutas biológicas” que lo impactan. “La principal es la inestabilidad en el material genético y el proceso de envejecimiento de las células que cada persona tiene como resultado de su combinación propia y única de ADN”, explica.
Asimismo, el proceso de generación de energía de las unidades generadoras (mitocondrias) se afecta con la edad, por lo que disminuye su capacidad de generarla, aumentando así el desarrollo de enfermedades degenerativas. Otra ruta biológica es la disminución en los procesos de autofagia -conocido como “limpieza celular”- y la falta de regulación de los genes que disminuyen y ralentizan la creación de masa muscular.
“El proceso de envejecimiento se ve también influenciado por la alimentación, la actividad física, la genética, el estrés y los factores ambientales como la contaminación”, agregó Leeuwenburgh.
Dr Christiaan Leeuwenburgh |
¿Es posible ralentizar el envejecimiento? Conforme una persona envejece, es muy común la aparición de problemas de salud como la pérdida de audición, problemas visuales, dolores musculares, diabetes y demencia, entre otros. Incluso, existe la posibilidad de padecer varios al mismo tiempo.
Las investigaciones realizadas por Leeuwenburgh se enfocan en comprender la biología del envejecimiento y convertir esos hallazgos en intervenciones específicas para ensayos clínicos en humanos. “Hay estudios en ejecución y otros completados (en animales), donde se han puesto a prueba algunos de estos elementos y han demostrado efectos positivos en la salud y la longevidad”, enfatizó el especialista.
Por ejemplo, estudios demuestran que el consumo de cacao puede contribuir a mejorar la salud muscular y la habilidad para caminar en adultos mayores que sufren de arteriopatía periférica, una afección común en la que el estrechamiento de las arterias reduce el flujo sanguíneo a los brazos o las piernas.
Para este especialista, es posible extender la cantidad de tiempo que se vive de manera independiente y libre de enfermedades. Bajo esta premisa, explica que la comunidad científica está tratando de entender los elementos básicos del envejecimiento para lograr tratamientos innovadores. “La clave para disfrutar de una vida más saludable es entender la manera en que nuestros cuerpos envejecen”, resaltó.
El doctor Leeuwenburgh visitó Guatemala para impartir una charla a más de 100 profesionales de la salud, gracias a los esfuerzos de educación en temas de nutrición y estilos de vida de la compañía Nestlé. “El propósito de Nestlé es desarrollar todo el poder de la alimentación para mejorar la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras. Sin duda, la nutrición es el eje central de la compañía y la razón por la que propiciamos este tipo de espacios educativos con el fin de promover estilos de vida más sanos y mayor bienestar a las personas y sus familias”, puntualizó Pedro Juan Oliva, Director de Comunicaciones y Asuntos Corporativos y Públicos de Nestlé Centroamérica. //
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