El grooming es la persuasión que realiza una persona adulta sobre un menor, a través de las nuevas tecnologías, con una finalidad sexual. El objetivo puede ir desde la obtención de imágenes en situaciones comprometedoras hasta el intento de establecer un encuentro con menores de edad, el cual podría terminar en abusos sexuales.
Con el avance y progreso de Internet, las redes sociales y las nuevas plataformas digitales, el grooming lamentablemente se convirtió en una práctica cada vez más común. Este fenómeno es muy grande y de gran envergadura, y por eso se volvió fundamental concientizar sobre la prevención, el asesoramiento y la denuncia como herramientas para frenarlo. Cualquier usuario de Internet puede sufrir acoso sexual, pero si se tiene mayor conocimiento sobre este tema y cómo actuar, mayor es la seguridad.
Elizabeth Martínez, gerente de ESET en Guatemala explica que “por medio de perfiles falsos en las redes sociales, y hasta haciéndose pasar por un niño, niña o adolescente, el adulto que realiza el grooming intenta llegar a la víctima a través de la seducción, la provocación y la amenaza para poder generar una relación de amistad y confianza y lograr su objetivo, abusar del menor”.
En primer lugar, el adulto se muestra como un par, es por eso que crea un perfil falso que lo muestre como un niño, niña o adolescente. Una vez que establece el contacto con la víctima, comienza a generar una amistad o vínculo de confianza. Para esto, recurre a la información que el menor tiene en su perfil y la utiliza para generar una sensación de familiaridad. Posteriormente, cuando hay una relación de confianza, el groomer comienza con el acoso y la extorsión, pidiéndole a su víctima fotos o videos de índole sexual. Si obtiene ese material, pueden suceder dos cosas: que el acosador desaparezca, o que pida más contenido, hasta lograr el encuentro cara a cara.
Por lo anterior ESET comparte algunos consejos para prevenir el grooming:
• Utilizar perfiles privados en las redes sociales.
• No aceptar en una red social a personas que no se hayan visto físicamente y a las que no se conozcan bien. Si se tiene entre 200, 300 o 500 amigos, significa que se están aceptando a personas que realmente no son amigos ni familiares.
• Controlar y supervisar el acceso de los niños y adolescentes a Internet.
• Concientizar a los menores sobre los peligros que existen en la red.
• Mantener un diálogo entre padres e hijos para que éstos se sientan en un ambiente de confianza.
• No proporcionar, o hacer fácilmente accesible a extraños, imágenes o información personal que puedan ser utilizadas para otros fines.
• Preservar la seguridad y confidencialidad de usuarios y contraseñas, así como la de los propios dispositivos.
• Mantener el equipo seguro: instalar una solución de seguridad confiable que brinde mayor protección ante los diferentes riesgos que existen actualmente.
Resulta muy importante establecer un vínculo de confianza entre adultos y menores.
Lamentablemente, la violencia digital es un hecho frecuente, por este motivo es que los padres deben asegurarse de que sus hijos hablen con ellos sobre lo que les ocurre. El teléfono es una herramienta que no solo brinda la posibilidad de obtener información de inmediato, sino que también permite estar en contacto con los chicos en todo momento. “El regreso a clases de manera remota es una buena oportunidad para recordarles que el uso del Internet debe ser el apropiado, tomando las precauciones necesarias y manteniendo un comportamiento responsable”, agrega Martínez.
ESET impulsa una iniciativa llamada Digipadres, un portal que tiene como objetivo acompañar tanto a padres como docentes en el cuidado de los niños en Internet. A través de los materiales que se comparten se busca generar conciencia sobre los riesgos y amenazas del mundo digital, asumiendo un compromiso con la educación sobre Seguridad de la Información.
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