Por Breno Andrade, líder de Visa Direct para Visa América Latina y el Caribe.
Entre los muchos casos de uso de movimientos de dinero habilitados por Visa Direct, uno de mis favoritos es el de remesas transfronterizas, especialmente por el efecto dominó positivo que desencadena. Como bien sabemos, a través de las remesas, la entrada de dinero desde el exterior tiene en primer lugar un impacto directo en la persona que recibe la remesa, pero ese es solo el comienzo de una secuencia de eventos que energizan a toda la comunidad que rodea a la persona. Esto incluye el pequeño mercado, la peluquería local o el restaurante del vecindario, lo cual en última instancia impacta favorablemente a toda la economía.
Particularmente en la era de la digitalización, las remesas se han convertido en importantes recursos monetarios que son cruciales para el bienestar no solo de las familias en todas partes, sino de las comunidades en general, teniendo en cuenta que las remesas pueden representar una parte importante de la economía de algunos países de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, según los datos más recientes del Banco Mundial, para el 2021 las remesas personales recibidas en El Salvador, Honduras y Jamaica representaron más del 25% del PIB de estos países.
Sin duda, la innovación en el movimiento de dinero ha permitido una mayor velocidad, transparencia, conveniencia y ahorro de costos para aquellos que dependen de las remesas. Hoy en día, el 53% de los consumidores admiten haber recurrido a aplicaciones digitales para enviar y recibir fondos en todo el mundo. Un estudio reciente publicado por Visa encuestó a más de 14.000 consumidores en diez países diferentes (incluyendo México y Perú) y encontró que las remesas digitales están superando rápidamente otras formas populares de movimiento de dinero como ir a una sucursal física o enviar efectivo o cheques. Y eso se debe a que está claro que soluciones digitales impulsadas en la región, por plataformas de pago como Paysend, MACH, Kash y Palla –y habilitadas por Visa Direct–, pueden resolver en gran medida los desafíos tradicionales de los pagos físicos, que incluyen largas líneas de espera, tiempos de entrega lentos o inciertos y procesos tediosos.
Las remesas digitales con Visa Direct pueden llegar a más de 7 mil millones de puntos finales en el mundo, ya sea a través de un número de tarjeta de débito, una cuenta bancaria o una billetera digital. Desde Chile hasta Centroamérica, nos hemos aliado con diferentes socios en la región para ofrecer soluciones de remesas digitales a más personas en nuestros países. Por ejemplo, Kash está usando la tecnología de Visa Direct para mover dinero más rápido en Panamá, Nicaragua, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala. Y éste es solo el comienzo.
En América Latina y el Caribe, en particular, la entrada de remesas y la adopción de tecnologías digitales han sido exponenciales y constantes. Por un lado, la revolución digital ha penetrado en todas las facetas de la vida diaria, mientras que la actividad de remesas ha aumentado continuamente. La combinación de estos dos factores, están dando como resultado un cambio visible en la preferencia y el comportamiento de los consumidores. De hecho, más del 70% de los remitentes de remesas en México y Perú prefieren métodos de pago digitales a métodos físicos, lo que indica un aumento importante en la adopción durante el último año. La tasa de adopción de los pagos digitales es tan alta que pocos usuarios informan barreras al usar métodos de pago basados en apps para mover su dinero. La seguridad también está desempeñando un papel importante; según esta misma encuesta, muchos consumidores de América Latina consideran que la tecnología digital basada en apps - cuando se usa para enviar y recibir dinero - es “la opción viable más segura”.
A pesar de algunas de las tendencias globales destacadas, como cambios notables hacia una cultura digital y un aumento en la adopción, las remesas todavía representan uno de los sectores más fragmentados de los servicios financieros en términos de tecnología, modelos económicos, proveedores y experiencia del usuario. Todo esto representa una oportunidad increíble. Con soluciones como Visa Direct podemos ser agentes de cambio, reduciendo el costo de las remesas y las transferencias de dinero entre pares y agregando eficiencias para facilitar que más personas reciban dinero de una manera que les resulte más útil. Además, nuestro trabajo con Visa Direct crea nuevas e innovadoras oportunidades para la inclusión financiera, simplificando el proceso de movimiento de dinero y dejando a menos personas fuera del sistema financiero global.
En Visa, empoderar a nuestros socios y remitentes globales y redefinir el panorama de las remesas es una prioridad vital. Para eso, mantenemos nuestro compromiso de colaborar con todos los actores del ecosistema para crear una red de remesas que ayude a prosperar a más personas en más lugares.
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