El regreso a una nueva normalidad aceleró de manera significativa los avances tecnológicos, sus usos y aplicaciones; pero, sobre todo, incentivó nuevos aprendizajes que son la punta de lanza para nuevas formas de hacer negocio y lograr que las empresas se mantengan exitosas. Un claro ejemplo de ello es el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas (pymes); que, si bien existían antes de la pandemia, han tomado fuerza, y un factor clave para ello ha sido la disponibilidad de fuentes de financiamientos en áreas como el e-commerce.
Si bien la pandemia originó la volatilidad de las empresas, también dio pie a un nuevo surgimiento de ellas y la manera de mantenerse activas. Cifras del Centro de comercio Internacional, revelan que el final de la pandemia habría afectado a más del 60% de las Pymes y al 51% empresas medianas. Por otra parte, la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) afirmó que 2.7 millones de empresas en América Latina habrían cerrado, en su mayoría Pymes.
Además de la contingencia y de acuerdo a estudios de la CEPAL, uno de los detonadores que originó el cierre de estas empresas es no haber estado preparadas con una transformación digital, ya que solo el 40% de estas pymes dentro de la región, habrían adoptado un modelo de negocio digital; es decir, que ya contaban con canales de venta digitales (e-commerce).
Entendiendo que la digitalización es parte fundamental para el crecimiento, transformación y desarrollo de las pymes, surge otro elemento crucial como lo es el capital/inversión, para levantarlas y hacer frente de manera eficiente a esta demanda que busca cada vez más un alto grado de personalización y valor agregado.
Para Sana Commerce, la plataforma de comercio electrónico diseñada para ayudar al éxito de, distribuidores y mayoristas, reconoce la importancia de contar con todos los recursos antes de montar un negocio donde los financiamientos para e-commerce, puedan ser una gran alternativa para echar andar una pyme.
Básicamente antes de iniciar con la adopción de un negocio, integrando una plataforma de e-commerce para B2B o B2C, será necesario realizar un previo análisis de costos y financiación de la adopción del comercio electrónico, antes de recurrir a una institución que podría acercar a la empresa a la mejor alternativa o esquema que se adapte a las necesidades del modelo de negocio y solo solicitar el capital necesario.
Existen 2 fuentes de financiamientos que pueden considerarse para e-commerce iniciar por un lado las propias en las que es importante revisar el capital inicial con el cual se cuenta, de esta forma podría ser invertido desde el inicio sin incurrir en ningún tipo de riesgo ante una perdida inminente.
Por su parte la financiación privada para organismos autónomos, empresas o emprendedores, ofrece una gran ventaja ya que el dinero no sale de su bolsillo, de tal forma que no cae en una descapitalización; sin embargo y dependiendo del esquema inicial, se incurre en el pago de un porcentaje de comisión, derivado de préstamos o en ocasiones en pagos o penalizaciones (intereses) por pagos tardíos.
Siempre será recomendable iniciar con una alternativa o financiamiento autónomo; es decir, echar mano de recursos propios, donde siempre se tendrá un control sobre el negocio, saber que, si este no funciona no se estará atado con una deuda a largo plazo.
Otro tipo recurrente de financiamientos para e-commerce, que resulta una gran alternativa, son aquellas empresas con modelos variables y que se adaptan a particularidades de cada empresa como:
1. Capital inicial
2. Financiación privada
3. Financiamiento sin aval para empresas
4. Ayudas y subvenciones
Adicional a los modelos tradicionales para empresas, existen otros recursos que apoyan a los emprendedores a dar origen a una nueva pyme; como los Business Angels, que buscan nuevos proyectos para poder invertir en ellos, a través del financiamiento y además se encargan del seguimiento del proyecto para asegurar el correcto encausamiento de objetivos y asesoría constante.
Por otra parte, existen también las Sociedades de Capital de Riesgo, empresas que invertirán en un proyecto a cambio de recibir un cierto porcentaje sobre tus beneficios. Siguiendo la misma estela que los Business Angels, también pueden exigir la existencia de una figura en la empresa que se encargue de controlar todo lo que ocurre.
El crowdfunding, también conocido como financiación colectiva, es una forma de financiación en donde la empresa da a conocer su proyecto para que las personas interesadas puedan colaborar en ella económicamente. A cambio de hacerlo recibirán algún tipo de gratificación, como un producto piloto, participaciones en la entidad, etc.
Crowdlending, con condiciones diferentes, es una fórmula de financiamiento con un número elevado de personas o empresas, que se encargarán de proporcionar el dinero que se necesita para que funcione el proyecto y sus condiciones a través de un contrato previo.
También el Crowdsourcing sin ser el más popular de ellos, se centra en la externalización de acciones de una empresa que no podemos cubrir porque no contamos con expertos en dichas áreas; un ejemplo de este recurso, es el desarrollo de trabajos o proyectos externos.
Por último, el Playfunding que ayuda con el financiamiento de proyectos personales o empresas mediante la reproducción de contenido digital.
“En Sana Commerce no queremos ser solo un proveedor de infraestructura tecnológica en el e-commerce para B2B, sino un aliado estratégico para cada uno de nuestros clientes es por ello, que apoyamos con toda clase de información o asesoría que podamos aportar para el sano crecimiento de un negocio, especialmente en épocas de crisis globales en donde es necesario adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes de los modelos de negocio, consumidores, así como del mercado”. comento Cas Nieskens, Director Customer Success Americas para Sana
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