El cáncer de mama es el más frecuente y la causa más común de muerte en las mujeres de las Américas. En 2020, se registraron más de 210 mil nuevos diagnósticos en América Latina y el Caribe y casi 68 mil muertes, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En Centroamérica ocupa el segundo lugar en incidencia, excepto en El Salvador, que tiene el primer lugar. Cada año se diagnostican alrededor de mil nuevos pacientes, y las cifras de muertes promedian los 450 casos.
Con el objetivo de contribuir a reducir los indicadores de morbilidad y mortalidad, y que las mujeres tengan acceso a realizarse diagnósticos tempranos para salvar sus vidas, camas Serta, la franquicia estadounidense de Grupo Diveco, lanza la campaña “Dream in pink” consistente en la donación de un 35% por la venta de una cama en tonos rosa, además de una edición especial de ovejas rosadas, el símbolo de la marca.
Ambos productos se promocionarán en los canales de venta autorizados, en donde se recaudarán fondos y se donaran a las distintas fundaciones que luchan contra el cáncer en Guatemala, El Salvador, Honduras y Costa Rica. La campaña, contemplada en los meses de septiembre y octubre, se extenderá hasta diciembre, con el fin de apoyar más a estas entidades, anunció Georgia Dimitrakis, gerente regional de franquicias de Grupo Diveco.
Esta es la segunda ocasión que Serta se une a la campaña contra el cáncer de mama, ahora con la edición de una cama rosa diseñada para este fin. Una oportunidad para luchar en conjunto con las mujeres centroamericanas.
Guatemala: “ayudar a cada paciente nos motiva a dar esperanza”
En Guatemala, la Fundación Amigos contra el Cáncer (Fundecán) es la única institución que brinda tratamientos sin costo para las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama. Una enfermedad que en 2020 reportó 2,177 casos, el segundo con mayor incidencia general, mientras que la mortalidad alcanzó a 521 mujeres (5.4%).
Fundecán tiene una trayectoria de 13 años en el país. En promedio, la cobertura es de 800 a mil pacientes por año, de las cuales el 65% logra sobrevivir con tratamiento médico, de acuerdo con Alejandra Alfaro, coordinadora administrativa.
Isabel Herbruger, presidenta de Fundecán y sobreviviente de cáncer, afirma que esta epidemia es la primera causa de mortalidad en la mujer guatemalteca. Se estima que una de cada ocho mujeres será diagnosticada con cáncer de alguna etapa de su vida, por lo que resaltó la importancia de la detección temprana, ya que alrededor del 67% de los casos acuden a tratamiento en etapas avanzadas.
“Agradezco de corazón la iniciativa de la marca Serta para continuar cerrando el círculo de la radioterapia y continuar salvando vidas”, dijo Herbruger.
El precio de cada tratamiento tiene un costo estimado de Q60 mil a Q180 mil, el cual varía de acuerdo con el número de sesiones de radioterapia que demande la paciente, por lo que toda donación se destina directamente a financiar estos tratamientos.
Fundecán se sostiene a base de donaciones privadas, por lo que cada paciente que es sujeto de ayuda se somete a dos evaluaciones: médica y socioeconómica, para verificar que no cuenta con recursos para su curación.
“Hay demasiada necesidad, por lo que cada donación que ingresa es demasiada gratitud. El apoyo para cada paciente es una oportunidad de vida para ella y su familia, quien es un pilar primordial en su hogar. No importa la cantidad, el apoyo siempre es bienvenido, pues nos motiva a dar esperanza a cada paciente”, comenta Alfaro.
El Salvador: “el sueño de despertar con salud”
La Fundación Edificando Vidas en El Salvador reportó el año pasado un aumento en las cifras de esta enfermedad: 2,464 nuevos diagnósticos. Las muertes reportadas fueron 634. “Una de las principales causas es el diagnóstico tardío”, explica Marcela Carrillo, directora de la fundación.
Para contrarrestar esta situación, actualmente tiene en marcha varios proyectos en los que llaman a involucrarse a las personas con donaciones y voluntariado. El principal es una clínica móvil que les permitirá atender a mayor número de mujeres en diagnóstico temprano, así como educar sobre la enfermedad. “Hemos proyectado jornadas de tamizaje en áreas rurales. Para ello necesitan comprar un aparato de ultrasonografía móvil portátil con valor de US$16 mil”, comenta Carrillo.
Este diagnóstico tardío debe enfrentarse a partir de las barreras educativas, culturales y religiosas que impiden que las mujeres se acerquen a hacerse exámenes de rutina. Un reto que solo es posible educando a la población. “El año pasado realizamos 3,500 citologías mamarias y ultrasonidos. La idea es barrer en un solo lugar para evitar la deserción”, asegura su directora.
Costa Rica: “la importancia de la detección temprana”
La Fundación Nacional de Solidaridad contra el Cáncer de Mama (Fundeso) en Costa Rica opera activamente a través de acciones de voluntariado, donaciones y proyectos.
Gabriela Carro Hernández, secretaria de la junta administrativa de Fundeso, enfatiza que el programa más importante es la detección temprana. En ese sentido, los esfuerzos se dirigen hacia campañas educativas y apoyo económico para detectarlo: mamografía, ultrasonido y diagnóstico del especialista. Cada paciente recibe un fondo de 10 mil colones (US$18.67) para financiar los honorarios médicos y los gastos administrativos de la fundación.
Para quienes se encuentran en una etapa avanzada, cuentan con un albergue donde reciben a las señoras que están en tratamiento hospitalario y viven lejos. Otro destino de los fondos se destina a un programa de “becas para biopsias”.
Fundeso recibe un promedio de 100 visitas diarias en su sede de la ciudad de San José. Para llegar a más mujeres, uno de los proyectos es incursionar en las áreas rurales para ofrecerles paquetes de exámenes a precios módicos. “Todavía hay rezago económico, por lo que la gente no invierte en salud,”, asegura Carro, quien ejerce su labor como voluntaria desde hace cinco años.
Honduras: “vencer el miedo”
La educación y las evaluaciones clínicas son los dos ejes en los cuales gira la labor de la Fundación Hondureña contra el Cáncer de Mama (Funhocam), en donde dos de sus directoras Melisa Estrada y Rosemonde Abedrabbo trabajan en forma voluntaria en transmitir el mensaje a las mujeres de cuidarse. La fundación tiene dos sedes: El Paraíso y Morazán en donde reciben en promedio a 60 pacientes diarios.
A lo largo de 15 años de labores, Funhocam les da atención clínica, mamografía y ultrasonido gratuitos. Esto se logra a través de labores de recaudación con iniciativa privada y alianzas estratégicas con medios de comunicación.
Abedrabbo explica que los fondos les permitirán llevar el mensaje a más personas, así como disponer de un capital para que las mujeres se realicen exámenes gratuitos, o la terapia hormonal post cirugía que dura un promedio de cinco años. “No todo es recaudar fondos, sino unirse al mensaje. Se ha logrado avanzar, antes las mujeres tenían miedo o pena”, asegura. “Las necesidades son inmensas, por lo que estamos muy agradecidas con la campaña de Serta”, añade Estrada.
SOLIDARIDAD
Dimitrakis impulsa esta iniciativa en el afán de dar un paso más como empresa socialmente responsable, para que más mujeres centroamericanas tengan acceso a realizarse exámenes. De esta manera, se contribuye con esta causa tan necesaria y a la cual se siente vinculada. “No existen límites en cuanto a lo que podemos hacer como mujeres y menos cuando nos apoyamos las unas a las otras”, indicó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario