Su trayectoria comenzó con investigaciones sobre la cisticercosis, pero en 1994, se sumergió en un proyecto colaborativo para realizar el primer diagnóstico de dengue en Guatemala, en el cual se involucraba la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, con el apoyo de agencias de cooperación internacional con el objetivo de contar con un análisis de país, ya que en aquellos años las pruebas se enviaban a Honduras para su análisis.
La participación de Castillo en este proyecto colaborativo fue crucial, ya que lideró la primera encuesta seroepidemiológica de dengue en Guatemala. Los resultados revelaron que el 47% de la población de esa época ya tenía anticuerpos de dengue. Las técnicas utilizadas, como la inhibición de la aglutinación, eran clásicas en aquel entonces, pero hoy en día han sido superadas. A partir de estos hallazgos gestionó la adquisición de equipamiento y reactivos para establecer el área de virología en el Laboratorio Central del Ministerio de Salud.
Este proyecto marcó el inicio de su especialización en el virus del dengue y herpes en Japón, también contribuyó en el laboratorio de VIH Sida. Su enfoque se centró en estudiar sistemáticamente el dengue desde perspectivas epidemiológicas y genéticas, implementando metodologías para fichas epidemiológicas, bases de datos y una seroteca con más de 80 mil muestras de suero, resguardadas a la temperatura adecuada para futuras investigaciones, en el Laboratorio Nacional de Salud.
Dos de sus notables investigaciones, financiadas por el Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología, son: "Evaluación del Comportamiento del Dengue en Guatemala desde el punto de vista epidemiológico y de evolución genética de los virus durante el período 1999 al 2015" y "Caracterización clínica y epidemiológica del dengue en cinco sitios centinelas de Guatemala".
En la actualidad, Castillo está al frente de la vigilancia ambiental del Poliovirus en Guatemala. Aunque la polio se considera erradicada en el país, la presencia de la enfermedad en África y el fenómeno de la migración plantean un alto riesgo de reintroducción. La falta de vacunación, debido a padres que no inmunizan a sus hijos, eleva este riesgo al no alcanzar coberturas óptimas de vacunación.
Con su vasta experiencia en el tema del dengue, Castillo nos brinda una comprensión profunda de las implicaciones de este virus, que ha generado preocupación tanto en la población como en las autoridades sanitarias debido al brote reportado en 2023, el cual ha registrado una elevada cifra de casos graves que ha provocado la muerte a varios guatemaltecos.
Hasta el 11 de noviembre de 2023, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social reportaba 57 mil 648 casos de dengue y 89 fallecidos. En la misma semana del 2022 se reportaban 7,626 casos.
“Siempre he pensado que la ciencia tiene que estar al servicio de la humanidad y la investigación científica. La observación y el estudio sistemático de los datos han descubierto cómo se comportan las enfermedades, el tratamiento para las mismas, así como las vacunas”
1. ¿Cuál considera que es el principal aporte que hace a la humanidad los estudios que realiza?
Estos estudios han permitido conocer la enfermedad del dengue y cómo se ha comportado en Guatemala. Uno de los principales aportes es haber recopilado la historia de 15 años del comportamiento del dengue de 1999 al 2016 y comprobar científicamente la estacionalidad para poder planificar oportunamente acciones de salud, tener la claridad del comportamiento de la enfermedad y contar con los datos que nos pueden orientar a cómo enfrentarla cuando la vacuna contra el dengue sea una realidad.
2. ¿Cómo ha evolucionado el virus del dengue desde los primeros estudios en los que usted participó hasta ahora?
En lugar de disminuir la transmisión ha aumentado, pero esta situación se da a nivel mundial lamentablemente. Tenemos que recordar que la enfermedad está muy relacionada con los determinantes de la salud como el acceso al agua potable, el manejo de la basura, la desviación de los ríos por algunos monocultivos, todas estas condicionantes y la presencia del fenómeno del Niño reportado científicamente hace que estos casos de dengue exploten.
Guatemala y la región centroamericana no son ajenos al fenómeno del Niño y al calentamiento global, que, aunado a la pobreza y falta de acceso al agua. Todo esto es multidimensional para todo lo que produce y favorece la transmisión de la enfermedad.
3. ¿Cuenta con datos de los casos de dengue en Guatemala y como ha ido disminuyendo y aumentando por año?
Los casos de dengue han aumentado exageradamente. En la década de los 60´s se reportaban 15 mil casos anuales de dengue a nivel mundial, en la siguiente década se registraron un millón de caso aproximadamente y así fue aumentado hasta que en la actualidad se reportan alrededor de 3 mil millones de casos en el mundo.
En Guatemala, hasta 1,999 se reportaban entre 2 mil y 3 mil casos anuales, en el año 2,000 se analizaron aproximadamente 10 mil muestras en laboratorio, ese mismo año se registraron cuadros de dengue hemorrágico en Zacapa donde hubo varios fallecidos, principalmente niños.
Entre 2009 y 2010 se registró un aumento de casos de dengue, aunque el brote de influenza H1N1 en el país no permitió tener datos exactos. En esos años en el departamento de Izabal se reportó el fallecieron de más de 100 niños sin haber sido diagnosticados y tratados.
En 2014 vuelve a elevarse el número, adicionalmente ingresa el virus de Chikunguña y en el 2015 se reportan casos de Sika, que son transmitidos por mosquitos, eso dificultó que se contabilizara con certeza los tipos de casos.
Para el 2019 se da un aumento hasta 50 mil casos y 80 fallecidos por dengue y en 2023 hasta principios de octubre, habían más de 30 mil casos.
4. ¿Cuál es la forma científica para detectar el virus?
Hay dos formas de detectar el virus, la prueba de biología molecular PCR y la Gold estándar, esta última consiste en cultivar el virus en células de mosquito que se conservan en un laboratorio de virología y se inocula el suero que contiene el virus del dengue.
En el caso de los enfermos, para los primeros cinco días de la enfermedad se utilizan pruebas de detección de antígeno, que detectan la proteína no estructural NS1 del virus, después de estos cinco días hay pruebas de detección de anticuerpos, pero se debe tener mucho cuidado con estas pruebas que se comercializan porque estas pueden confundir al médico, porque la IGM que detecta esta técnica puede permanecer en el paciente hasta por tres meses.
Además, que estas pruebas de IGM se traslapan también con las pruebas de Zika, que hacen una reacción cruzada porque también es un flavivirus de la familia del dengue.
5. ¿Cuál es la razón por la que la enfermedad se agrava y puede ser letal?
El dengue generalmente dura entre siete y diez días, los síntomas son: dolor de cabeza intenso, fiebres altas entre los 38 y 40 grados, dolor retrorbital y muscular intenso. El cuarto día puede agravar el cuadro y muchas veces se relacionada con que el paciente previamente haya tenido la infección, eso en lugar de protegerlo es un factor que le agrava el cuadro, pero además se ha visto que existen genes que predisponen para la enfermedad grave.
La población tiene que saber que, sí cuando van por su tercero o cuarto día la fiebre baja bruscamente, el paciente entra en un grado de decaimiento, tiene un dolor abdominal intenso y sostenido parecido a una apendicitis y tiene vómitos constantes, más de tres en una hora, debe acudir a un hospital. La población debe conocer los signos de alarma para evitar la muerte.
6. ¿Por qué algunos pacientes necesitan de transfusiones de sangre?
Hay mucha controversia, entre las opiniones médicas, se recomienda mucho las trasfusiones de sangre y plaquetas, en la Organización Panamericana de la Salud se encuentra todo un capítulo sobre el manejo del paciente grave con dengue donde se recomienda lo que se debe aplicar a los pacientes, que generalmente es el manejo de líquidos.
Tiene que haber mayor conciencia sobre estas enfermedades. Uno de los principales problemas del dengue es que cuando un paciente entra en un cuadro grave, si no se atiende oportunamente en un hospital, puede fallecer en menos de 48 horas.
7. ¿Cuál es el tratamiento adecuado para el dengue?
Los síntomas se pueden aliviar con acetaminofén o paracetamol, no tomar aspirina o antinflamatorios, tampoco esteroides porque estos interfieren con las plaquetas, la hidratación es fundamental en el manejo del dengue.
Las personas deben saber cuándo son signos de alarma y hay que tener precaución con los niños.
El diagnóstico tiene que ser clínico, es importante que el médico que examine al paciente sepa identificar que está ante un cuadro de dengue para el manejo adecuado sumado a otras metodologías como una hematología completa, ultrasonido, las pruebas de apoyo diagnóstico le pueden ayudar a establecer si está ante la presencia de un caso de dengue y por supuesto la epidemiología del lugar.
8. ¿Cuáles son los serotipos y genotipos más peligroso?
Para el continente americano se describe que los serotipos 2 y 3 son los que están asociados a la enfermedad grave de dengue o hemorrágico, y dentro de serotipo 2 está el genotipo americano asiático que causa la mayor cantidad de muerte. Cuando se empiezan a detectar los primeros casos de dengue 2, las autoridades deben ponerse en alerta.
¿Por qué un pequeño insecto puede poner en peligro la vida y puede causar síntomas tan fuertes?
En la historia de la humanidad los sancudos o vectores han producido grandes epidemias, por ejemplo, la famosa historia de la fiebre amarilla en el Canal de Panamá que termina casi con todos los trabajadores y era por las grandes cantidades de mosquitos. La fiebre amarilla es un virus de la familia del dengue es un flavivirus.
El mosquito Aedes aegypti inicialmente era selvático y poco a poco se adaptó a las áreas urbanas. En Guatemala todos los departamentos han reportado casos.
¿Existe alguna forma de controlar el avance del virus?
Hay varias experiencias exitosas en el mundo, pero debe haber una atención estatal e integral para responder cuando se dan epidemias muy grandes, como la que se vive, se tiene la responsabilidad que los enfermos no mueran por dengue y para eso se necesita capacitar permanente y transversalmente a todo el personal médico y de salud para que identifiquen los signos de alarma cuando un paciente debe ser trasladado a un hospital.
También el control del vector que hay muchos métodos, en Guatemala tenemos los tradicionales del manejo de larvicidas e insecticidas, pero también hay otros controles biológicos que han tenido más éxito por ejemplo en Colombia y Brasil con el uso de una bacteria que se llama Wolbachia que infecta a los sancudos.
Hay otras estrategias importantes que vuelven estériles a los machos y así se controlan las poblaciones de mosquitos porque realmente los hemos tenido a lo largo de la historia de la humanidad y van a seguir con nosotros.
Entre los años 50 al 70 se hizo una campaña masiva de eliminación de este vector y fracasó porque no es posible eliminarlo completamente, debe haber una atención integral de toda la respuesta contra el dengue y lo más importante es la educación en la población del manejo de los desechos sólidos.
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