El día de hoy, los destacados expertos Federico Salcedo, Consultor Regional de U.S. Grains, Cristian Guzmán, Docente y Coordinador de Proyectos del Instituto de Recursos Energéticos de la Universidad Galileo y Gamaliel Zambrano, Director de Ingeniería Química y del Centro de Proceso Industriales de la Universidad del Valle, se han reunido en un esfuerzo interinstitucional para abordar la alarmante situación actual de la calidad del aire en Guatemala.
Según informes del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), en los últimos meses sus estaciones de monitoreo de Calidad del Aire han registrado altos niveles de concentración de material particulado PM 2.5. Este material, proveniente principalmente de la quema de combustibles fósiles y residuos, representa una problemática significativa para la salud pública y el medio ambiente.
El material particulado PM 2.5, altamente soluble, puede viajar grandes distancias cuando hay vapor de agua en el ambiente, lo que ocasiona problemas de salud, especialmente en grupos vulnerables de la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta contaminación atmosférica es responsable de numerosas enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como de un aumento en la mortalidad.
El transporte terrestre, que utiliza combustibles fósiles importados, es responsable de aproximadamente la mitad de las emisiones diarias de material particulado PM 2.5 en Guatemala. Ante esta preocupante realidad es imperativo tomar medidas urgentes para abordar este problema y velar por el bienestar de los guatemaltecos. Las acciones que se han propuesto para mitigar la mala calidad del aire consisten en ser las siguientes:
Movilidad no motorizada: Fomentar el uso de bicicletas y caminar más puede ayudar a reducir las emisiones, pero requiere una inversión significativa en infraestructura.
Transporte colectivo público eficiente y seguro: La mayoría de los guatemaltecos se movilizan día a día en automóviles y motocicletas privadas que utilizan en su mayoría gasolina, esto debido a la falta de un transporte colectivo masivo, eficiente y seguro. Es necesario migrar hacia un modelo donde el transporte público masivo represente al menos un 50% del total, en comparación con el 14% actual, lo que reduciría las emisiones provenientes del transporte privado.
Movilidad eléctrica: Cambiar de tecnología motorizada hacia automóviles y motocicletas híbridas y eléctricas. Esto requiere planificar el aumento en la demanda de energía eléctrica e instalación de más puntos de recarga eléctrica con energía renovable. Estas medidas requieren de una inversión alta en infraestructura a nivel nacional.
Mezcla de etanol con gasolina: Una mezcla de 10% de etanol y 90% de gasolina puede contribuir positivamente a la reducción de emisiones. Esta alternativa es de fácil implementación y produce efectos inmediatos. Además, el uso de etanol mejora el octanaje del combustible y reduce la dependencia de Guatemala de la importación y uso de los combustibles fósiles, dado a que el país es productor de etanol.
Los expertos nacionales e internacionales concluyeron que la mezcla de etanol con gasolina destaca como la solución más viable, práctica y fácil de implementar, para mitigar la contaminación en el aire del país. Esta medida tendría efectos inmediatos y tangibles, permitiendo a los guatemaltecos disfrutar de un aire más limpio al contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este enfoque se alinea con las prácticas de más de 60 países en todo el mundo y ofrece diversos beneficios para Guatemala. Se espera una reducción significativa de las emisiones en el sector transporte, una mejora sustancial en la calidad del aire, un impulso a la independencia energética, un ahorro de divisas y la generación de empleos. Además, de contribuir al mantenimiento de los motores de los automóviles y motocicletas más limpios, evitando su deterioro.
En el año 2020, la Universidad del Valle lideró un plan piloto evidenciando que el uso del E10 en la mezcla permitiría a Guatemala disminuir 7 millones de toneladas de CO2, contribuyendo así al cumplimiento de las Contribuciones Nacionales Determinadas establecidas en el Acuerdo de París. Además, se ahorrarían US$ 200 millones de dólares anualmente en divisas por importaciones de combustibles, colaborando en la reducción de la dependencia del petróleo y en la estabilización de los precios de los combustibles.
A nivel mundial, todos los vehículos fabricados en las últimas décadas son compatibles con gasolina mezclada con etanol hasta en un 10%. Esto significa que todos los usuarios en Guatemala pueden continuar utilizando sus automóviles y motocicletas con total normalidad. De hecho, el etanol, al tener un mayor octanaje y contenido de oxígeno, incluso ha demostrado aumentar la potencia de algunos vehículos. La mezcla de gasolina con etanol es una solución para todos, sin discriminar el tipo de automotor, ya que puede utilizarse en el parque vehicular sin necesidad de modificaciones ni inversiones adicionales por parte de los consumidores.
En conclusión, la implementación de una política pública que promuevan el uso de etanol como combustible en Guatemala no solo contribuirá a la reducción de emisiones contaminantes y al cumplimiento de compromisos ambientales internacionales, sino que también generará beneficios económicos, sociales y de salud para todos los guatemaltecos.
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