Según estimaciones del Observatorio de Cáncer Global-GLOBOCAN- en Guatemala se registran 17, 801 casos de cáncer de distintos tipos, algunos pueden ser prevenidos o detectados a tiempo, pero la falta de información, así como el poco control médico son factores que hacen una gran diferencia.
Es por ello que muchas instituciones y médicos han dedicado esfuerzos en informar acerca de la prevención, en especial, adoptando un estilo de vida saludable y activo puede significar reducir el riesgo de padecer cáncer.
En este sentido, la nutrición desempeña un papel fundamental, ya que numerosos estudios demuestran que el tener conciencia sobre la buena alimentación y hábitos saludables son importantes, es por esta razón que NIPRO impulsa a todas las personas a seguir una dieta equilibrada basada en 8 principios clave:
1. Procurar consumir por lo menos 5 porciones al día de diversas frutas y verduras.
2. Incorporar granos enteros, cereales y legumbres, los cuales contienen fibra y vitaminas del complejo B que promueven la salud digestiva y previenen el cáncer colorrectal. La avena, quinoa, arroz integral, lentejas, garbanzos, frijoles son excelentes opciones.
3. Elegir fuentes de proteína bajas en grasa saturadas como pescado, aves, tofu, frutos secos, semillas y plantas crucíferas como el brócoli y la coliflor.
4. Sustituir las grasas saturadas y trans por grasas saludables como aceite de oliva, aguacate, nueces, semillas de linaza y chía.
5. Moderar el consumo de alcohol, ya que su exceso está vinculado a un mayor riesgo de cáncer de mama, hígado, boca y esófago.
6. Realizar al menos 30 minutos de ejercicio diario, cinco días de la semana, para mantener un peso saludable y prevenir enfermedades.
7. Evitar el tabaquismo y sus alternativas moderadas como cigarrillos electrónicos ya que son los principales causantes de cáncer de pulmón particularmente.
8. Protegerse del sol y usar protección solar adecuada para prevenir el cáncer de piel, evitando a exposición excesiva.
Además de seguir estos consejos, es fundamental consultar con profesionales especializados y seguir todas sus recomendaciones. Integrar estos principios no solo mejora la calidad de vida, sino que también reduce significativamente el riesgo de desarrollar cáncer. La educación y la promoción de hábitos saludables contribuyen a la prevención de enfermades crónicas.
También es importante la prevención con chequeos médicos completos que determinen el estado de salud cada cierto tiempo, prestar atención a los cambios en el organismo, el cansancio, estrés, cambios metabólicos y el sueño. Al estar constantemente enterado de su salud podrá detectar enfermedades como el cáncer y buscar alterativas al inicio de la enfermedad.
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