En el marco de la concientización sobre la salud ósea, Dos Pinos resalta la importancia de la prevención de la osteoporosis a través de una alimentación equilibrada desde las etapas más tempranas de la vida. La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la pérdida excesiva de densidad ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas. Un adecuado aporte de nutrientes, como el calcio y la vitamina D, son fundamentales para mantener los huesos fuertes y saludables en todas las etapas de la vida.
Estefani Soto, nutricionista de Dos Pinos Guatemala, explica que la osteoporosis es un trastorno que se presenta debido a una acelerada desmineralización ósea, con mayor frecuencia en mujeres postmenopáusicas, particularmente en los países industrializados. "El calcio se almacena en nuestros huesos hasta aproximadamente los 35 años. Después de esa edad, es vital contar con una ingesta adecuada de este nutriente para que el organismo pueda utilizarlo eficientemente y así prevenir la pérdida de masa ósea," afirmó Soto.
Prevención desde la Infancia: Una Prioridad
Para prevenir la osteoporosis, es esencial adoptar hábitos saludables desde la infancia, los cuales incluyen una alimentación equilibrada rica en nutrientes como el calcio y la vitamina D. Los productos lácteos, como leche, queso y yogur, son fuente de estos nutrientes. Además, el ejercicio regular es clave, ya que el sedentarismo ha demostrado ser un factor de riesgo importante. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sedentarismo infantil es cada vez más común, con solo cuatro de cada diez niños alcanzando el nivel de actividad física diaria recomendada.
Soto además destaca la importancia de la incorporación de lácteos en la dieta diaria: “El consumo de al menos tres porciones de lácteos al día, junto con una alimentación balanceada que incluya frutas, verduras y 60 minutos de ejercicio diario de intensidad aeróbica modera, según la Organización Mundial de la Salud, puede contribuir significativamente a la prevención de la osteoporosis. Los productos lácteos no solo aportan calcio, sino también otros nutrientes esenciales como el fósforo, magnesio y vitaminas A y D, que son cruciales para la salud ósea, así como también proteínas que apoyan al crecimiento”.
La Leche: Un Alimento Completo para la Salud Ósea
En los últimos años, la leche de vaca ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas por su papel en la reducción del riesgo de fracturas, gracias a su alta biodisponibilidad de calcio, que se absorbe en una tasa del 30% al 35%, facilitada por la presencia de vitamina D.
Soto concluye que la prevención de la osteoporosis requiere un enfoque integral que combine una alimentación adecuada, rica en lácteos, con un estilo de vida activo. “Una buena comunicación entre los tejidos óseo, muscular y adiposo, promovida por una vida saludable, mejora la condición física general, incrementa la masa muscular y la vitamina D disponible, mientras disminuye la masa grasa”, señaló.
Recomendaciones Diarias de Lácteos
De acuerdo con organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como guías nutricionales nacionales, la cantidad recomendada de productos lácteos para satisfacer los requerimientos diarios de calcio y vitamina D puede variar según la edad y el género:
1. Niños y adolescentes (9-18 años): Se recomienda un consumo de 3 porciones diarias de lácteos, lo que equivale aproximadamente a 700-1,300 mg de calcio. Esto se puede lograr con tres vasos de leche o el equivalente en yogur o queso.
2. Adultos (19-50 años): Para los adultos, el requerimiento diario de calcio es de alrededor de 1,000 mg. Dos a tres porciones de lácteos al día suelen ser suficientes para cumplir con esta cantidad.
3. Adultos mayores (51 años o más): En las personas mayores, el requerimiento aumenta a 1,200 mg de calcio diario para compensar la pérdida ósea. Tres porciones de productos lácteos diarios son recomendadas.
4. Vitamina D: Aunque la cantidad de vitamina D en los productos lácteos puede no ser suficiente por sí sola para satisfacer los requerimientos diarios (que varían entre 600 y 800 UI), el consumo de productos fortificados con vitamina D, como la leche o el yogur, puede ser útil junto con la exposición al sol y otros alimentos ricos en esta vitamina.
Las porciones pueden ser equivalentes a un vaso de leche (240 ml), un envase de yogur (170 g), o 30 g de queso.
Para decirle NO a la osteoporosis y otras enfermedades musculoesqueléticas, es fundamental promover la concientización a todos los niveles: desde el ámbito escolar y familiar hasta las comunidades y gobiernos. Un mayor conocimiento sobre estas condiciones nos permitirá adoptar mejores hábitos y abordar de manera más efectiva su prevención y tratamiento.
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