El cáncer de pulmón es catalogado como una enfermedad sumamente agresiva y con una alta letalidad a nivel global. Anualmente es reportan aproximadamente 2.4 millones de casos nuevos, ocasionando 1.8 millones de defunciones en el mundo, lo que equivale a 18.7% de todas las muertes por cáncer. Esta es una patología que presenta una serie de características genéticas, conocidas como biomarcadores, las cuales son indicadores de distintos tipos de cáncer y que según su clasificación promueven un crecimiento exponencial del tumor. Actualmente, existen dos tipos de cáncer de pulmón: el cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC por sus siglas en inglés) y el cáncer de pulmón de células pequeñas (SCLC por sus siglas en inglés).
El cáncer de pulmón de células no pequeñas es el tipo más común de cáncer de pulmón, representando aproximadamente el 85% de todos los casos. A diferencia del cáncer de pulmón de células pequeñas que tiende a crecer y diseminarse más lentamente. Dentro del NSCLC hay varios subtipos, incluyendo adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas y carcinoma de células grandes.
“Para abordar de manera oportuna este tipo de enfermedad, se debe identificar el estadío en el que se encuentra el paciente, pues esto ayudará a que los especialistas determinen el pronóstico y así puedan evaluar opciones de tratamiento. La alta tasa de mortalidad se debe principalmente, a que la mayoría de los pacientes tienen un diagnóstico en estadío avanzado, lo que resulta en un pronóstico desfavorable con opciones de tratamientos que son principalmente paliativos”, explicó el Dr. Andrés Rojas, director médico de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe.
El 50% de los casos por NSCLC están asociados con biomarcadores, por lo que el médico tratante puede recurrir a pruebas que permite brindarles a los pacientes terapias dirigidas o inmunoterapias de acuerdo con su perfil genético. Algunos biomarcadores establecidos son el EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) el cual puede causar cantidades anormalmente altas de proteína en las células cancerosas, permitiendo un crecimiento más rápido. También, se encuentran las alteraciones del gen MET, mutaciones en KRAS,, expresión anormal de PD-L1 5,, alteraciones en el gen HER2, mutaciones en ALK y en el gen BRAF.
Los pacientes pueden acudir a una serie de análisis y pruebas de diagnóstico, entre ellas la revisión de la historia clínica y síntomas, antecedentes familiares, examen físico, pruebas de imagen: radiografías de tórax o una tomografía computarizada de tórax, análisis de laboratorio y una biopsia al pulmón.
Así mismo es relevante tener en consideración los factores de riesgo, como fumar, antecedentes familiares o personales, radioterapia en el tórax y la alimentación. Además, de la exposición frecuente y a largo plazo de humo originado por las cocinas de leña.
En el marco del Día Mundial del Cáncer de Pulmón, AstraZeneca reafirma su compromiso de mejorar la vida de los pacientes, a través de sus tratamientos innovadores y al mismo tiempo llevando esos mensajes de concientización y fomentando una colaboración más estrecha entre instituciones de salud, investigadores y la sociedad para mitigar el impacto del cáncer de pulmón en la región y el mundo.
“Por medio de la campaña Identifícalo: nadie está exento del cáncer de pulmón, deseamos llevar esos mensajes claves para aportar en este camino de un diagnóstico temprano y oportuno. Enfocándonos en tres pilares fundamentales: buenas prácticas, identificación de factores de riesgo y diagnóstico temprano,” concluyó el Dr. Rojas.
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