En los últimos tres años, la jornada laboral de Albin Guillermo Dubón, de 53 años, se convirtió en un promedio de 12 horas laborales frente al escritorio. Comenzó un negocio propio en el mercado tecnológico desde casa, lo cual disparó sus niveles de ansiedad, confiesa. De pronto se dio cuenta de que las visitas a la refrigeradora eran más seguidas de lo acostumbrado, además de consumir una dieta rica en alimentos ultraprocesados: unas cuatro botellas de gaseosa al día, a veces pizza, además de confesar una especial debilidad por el pan.
Ese ritmo provocó que en esos años alcanzara las 220 libras de peso. “Me descuidé, comía frituras, cualquier cosa” admite. El sobrepeso llegó a provocarle desde dificultades para levantarse de la cama, pasando por dolores de espalda, un par de hernias, complicaciones en el sueño y en su digestión, además de sofocos.
Un día no pudo levantarse. El médico le recomendó que necesitaba un cambio en su estilo de vida para bajar las libras de más.
Dubón comparte que el cambio de hábitos se debió a la ansiedad por cumplir altas expectativas en su emprendimiento. Después de trabajar durante 16 años para una empresa, su estilo de vida cambió, lo que provocó este desajuste en sus hábitos alimenticios.
El siguiente punto de inflexión para comenzar un tratamiento más profundo fue acercarse a la Liga Contra la Obesidad, quienes, por un encuentro fortuito, lo invitaron a iniciar su programa nutricional.
“Para entonces, Albin pesaba 208 libras, tenía un Índice de Masa Corporal (IMC) de 30, lo que daba un diagnóstico de obesidad, y una edad metabólica de 65 años”, indica Alejandro Estrada, comunicador de la Liga.
Dubón ha logrado cambios en su estilo de vida, agradeciendo que el proceso no ha sido abrupto, lo que le ha permitido llegar a pequeñas metas. Actualmente pesa 192 libras y su meta es bajar unas 20 más.
“He reducido las visitas a la refrigeradora. Me siento mucho mejor, tengo menos dolor y ahora logro salir a caminar”, comenta. En este proceso, agradece el soporte de su familia, como su hija quien se ha convertido en una especie de Pepe Grillo, puesto que le explica y advierte por la lectura de las etiquetas, cuáles alimentos son más saludables que otros.
Dubón trae a su memoria los años en que competía en ciclismo de montaña. Hoy su principal motivación para recuperar su salud es su familia y sus nietos. “Quiero estar bien para cuidarlos y amarlos”.
Un llamado a la acción
El Día Mundial contra la Obesidad se celebra cada 4 marzo, este año lanza el lema “Cambiar los sistemas para vidas más saludables”, en donde organizaciones como World Obesity contribuyen con esfuerzos para reducir, prevenir y tratar la obesidad, así como evitar el estigma hacia las personas con este padecimiento.
Uno de los objetivos es abandonar el enfoque individualista y enfocar la problemática hacia el fallo los sistemas: “...salud, gobierno, los sistemas alimentarios, los medios de comunicación y los entornos en los que trabajamos y vivimos. Todos estos sistemas están contribuyendo al aumento de las tasas de obesidad en todo el mundo”, indican en su página oficial.
La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas no transmisibles, entre las que se incluyen la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer.
Para la nutricionista Ivonne García, de la Coalición Guatemala Saludable, es importante proteger los hábitos alimenticios en los menores, pues los alimentos ultraprocesados, conducen a estos cuadros de sobrepeso y obesidad. En tal sentido, resalta que los entornos escolares son espacios de oportunidad para desarrollar intervenciones para promover tanto patrones de consumo saludables –indispensables para una buena nutrición– como actividad física, y de esta manera prevenir o controlar el exceso de peso.
Asimismo, destaca la importancia de promover la aprobación en tercera lectura de la Iniciativa 5504, “Ley de Promoción de la Alimentación Saludable”, que promueve el etiquetado frontal de los alimentos como un derecho de los guatemaltecos a estar informados de los alimentos y productos que consumen.
El peso excesivo en la población guatemalteca
- 4 de cada 10 niñas y niños de 5 a 10 años presenta “exceso de peso”.
- 4 de cada 10 adolescentes de 11 a 16 años presentan “exceso de peso”.
Adultos:
- 52% en mujeres de 15 a 49 años
- 74% en mujeres de 40 a 49 años
- 71% ambos sexos, 18 años en adelante
Fuentes: Coalición América Saludable (CLAS), Comisión Nacional para la Prevención de Enfermedades No Transmisibles, Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) (2021).
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