La pasión por la alta gastronomía francesa y la excelencia en el servicio son los pilares que definen la visión del nuevo socio del restaurante Milé, Christian Schramme. Su atención meticulosa en cada detalle ofrece una experiencia culinaria inigualable a sus comensales en un entorno de calidez y hospitalidad.
Schramme, un empresario de 33 años, junto a su socio Matthieu Béjot, han dinamizado este proyecto gastronómico que fusiona la tradición de la cocina francesa y mediterránea y el servicio al más alto nivel.
El nombre Milé surge de las iniciales de la familia del socio fundador: Matthieu, Inés, Laura y Emilio. Además, en francés, "Milé" significa "milla", simbolizando el compromiso de dar la "milla extra" para elevar la gastronomía y hospitalidad a un nivel superior, resaltando la importancia de los valores familiares en este proyecto.
Tiradito de róbalo, lechón confitado o magret de pato son algunos de los platillos que forman parte del exclusivo menú, preparados con ingredientes locales de la mejor calidad, en un espacio que, por momentos, aleja al visitante del mundo exterior, en una residencia histórica en zona 10, rodeada de amplios jardines y buen gusto en la decoración.
Durante cuatro décadas, el restaurante fue un referente de la cocina francesa. En 2020, Béjot adquirió y remodeló la propiedad, enfrentando los desafíos de la pandemia. Con la incorporación de Christian Schramme, Milé tomó un nuevo impulso. Dio un giro en la atención, servicio y sabores, incorporando un nuevo chef, menú, técnicas y remodelaciones.
Con una carrera en ingeniería industrial y económica en la Universidad Técnica de Berlín, Christian se sumerge en la cultura gastronómica europea, movido por su pasión por la alta cocina.
De regreso en Guatemala, se dedicó a expandir negocios de servicio al cliente y hospitalidad. En octubre de 2023, Béjot le propuso unirse al proyecto gastronómico de Milé. Movido por los recuerdos de su infancia y la oportunidad de hacer brillar una gema en potencia, Schramme aceptó con una única condición:
"Convertirlo en el mejor restaurante de Guatemala".
La transformación
Ha pasado más de un año desde que ambos socios se pusieron a trabajar para diseñar el menú, renovar la decoración y capacitar a su equipo para ofrecer un servicio de excelencia a guatemaltecos y extranjeros, en lo que continúa siendo una de las propiedades más bellas e históricas de la ciudad de Guatemala. Los resultados han sido excepcionales, puesto que se ha logrado fusionar la esencia de este espacio en una atmósfera acogedora que despierta los sentidos.
Desde el momento en que cada comensal ingresa a Milé, se siente como en casa. El trato personalizado, unido a un equipo que cuida de cada detalle, lo convierten en un destino culinario para guatemaltecos y extranjeros que no se pueden perder, combinando un servicio excepcional con el mejor "fine dining" en la región centroamericana.
“Milé me inspira a trabajar bajo la promesa de ofrecer una experiencia única de sabor, en donde cada platillo se convierta en una obra de arte, con un servicio que marca la diferencia”, afirma Schramme.
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